Despues de hacer el amor
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Después de hacer el amor

Hacer el amor, así dicen los poetas, es el deleite supremo en el que los amantes se elevan juntos hasta el éxtasis. Si sus expresiones eróticas no alcanzan totalmente esas alturas, he aquí cómo puede utilizar los momentos que siguen al coito para lograr que sea mejor la próxima vez.

La forma en que cada persona se siente después depende de la calidad y la satisfacción que la experiencia supuso para ella. En este sentido el periodo inmediatamente posterior al coito debería ser un momento de la verdad para ambos.

¿Lo es, sin embargo? Para determinarlo tenemos que remontarnos a las cuestiones básicas.

Parece innecesario decir que la frase después de hacer el amor, se aplica al momento en que los miembros de la pareja han dejado de hacer el amor, cuando, idealmente, ambos se encuentran sexualmente satisfechos.

Para muchas personas, sin embargo, simplemente significa el instante que el hombre completa su eyaculación.

En términos de reproducción, esto es suficiente, al fin y al cabo el hombre ha depositado su semilla en el interior de la mujer y al obrar así ha desempeñado su papel biológico, pero desempeñar su papel biológico y lograr una satisfacción sexual no son en manera alguna la misma cosa.

Cuando un hombre ha logrado el orgasmo, rápidamente retorna al estado previo a la excitación, si el orgasmo ha sido bueno, probablemente se sentirá relajado y amodorrado. ¿Y la mujer? Si ha alcanzado un orgasmo antes, durante o después del coito (por cualquier medio), a menos de que se haya fatigado, su excitación únicamente disminuirá un poco, solo gradualmente desaparecerá esa excitación.

Algunas mujeres se descubren excitadas y marginadas cuando su compañero ha terminado porque consideran que resulta agresivo o inconveniente de su parte decirle exactamente lo que les gusta, donde les gusta y por cuanto tiempo. Sobre esta base las mujeres parecerán haber hallado cierto número de medios tortuosos para enfrentarse con la frustración resultante.

Algunas encuentran una excusa para ir al cuarto de baño y masturbarse en el silencio de la soledad: otras trataran tal vez de convencer a su compañero para que sigan haciendo el amor, y si el no quiere se multiplica la frustración; muchas recurren a simular un orgasmo para satisfacer el ego de su compañero y evitar que se siente vulnerable.

Después de hacer el amor de una manera placentera, una mujer experimentará quizás un profundo y prolongado placer sensual que probablemente deseará transmitir a su compañero, abrazándole y charlando con él.

Con frecuencia una mujer que habitualmente alcanza un orgasmo con su compañero no comprende que durante esta fase de excitación elevada y prolongada podría alcanzar un segundo orgasmo y quizá muchos más si ella y su compañero quisieran.

Si una mujer no advierte que todavía se siente excitada, puede sentirse culpable de desear más orgasmos que su compañero.

La simulación del orgasmo y el enmascaramiento de la frustración, por cualquier razón, minará en definitiva la confianza que la pareja tenga en si misma y la relación en conjunto.

Después de hacer el amor se baja la guardia, por lo que los dos podrán hablar con mayor franqueza que la habitual. Este puede ser el momento de preguntarse por que ha existido una tensión en las últimas semanas o de despejar asperezas.

Si el acto sexual ha sido física y realmente bueno, existirá quizá la oportunidad de sugerir nuevas técnicas sexuales para experimentación futura. Incluso si ha sido mas bien anodino, este no es tiempo de recriminaciones, sino de ideas positivas, habrá que señalar con tacto lo que fue mal y sugerir como podrían ir mejor las cosas la próxima vez.

Si se trata de dos personas que han hecho el amor por vez primera, entonces es posible que la situación posterior sea enteramente diferente. Todo el mundo quiere que la primera vez sea maravillosa, pero con frecuencia resulta ser un poco decepcionante.

No hay que extrañarse de ello, a menos que ambos sean extraordinariamente clarividentes, es muy improbable que conozcan las preferencias sexuales y la forma en que se excita su pareja. Si no se conocen desde mucho tiempo atrás, cabe que hayan sentido demasiada timidez para comunicarse sus gustos en la materia.

El tiempo inmediatamente posterior a un acto sexual puede ser empleado para hallar un punto de contacto en este tedioso foso emocional y para decirse lo que se ha disfrutado.

En una relación resulta valioso saber lo que a la otra persona le gusta y lo que no le gusta.
Si los hombres y mujeres no pueden sentirse a gusto con sus propios cuerpos durante estos momentos de intimidad suprema, ¿Cuándo podrán, entonces?

Un pensamiento final: el después de este acto sexual es también el antes del próximo. Lo que ahora pase puede permitir que las cosas sean aun mejores la siguiente vez que se encuentre con su pareja.

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2 comentarios

  1. Hacer el amor el tener magia. Una cosa es tener sexo y otra muy diferente la de unir tu cuerpo con alguien diferente a ti pero que a la misma vez amas.
    La buena comunicación entre la pareja es fundamentar para tener un buen sexo, porque solo hablando y diciendo las cosas podemos saber que cosas les gustan a nuestra pareja después del sexo.
    Cuando el sexo es bueno sucede dos cosas después: Seguir o descansar un poco para luego seguir.
    Saludos.