Hablar de sexo
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Hablar de sexo en pareja

El éxito en la vida sexual es una de las bases del matrimonio feliz y debemos tener una gran libertad para discutir juntos acerca de las técnicas amorosas o de cualquier otro aspecto”.

La experiencia del sexo, es la experiencia compartida más importante que una pareja puede tener; sin embargo, muchos hombres y mujeres encuentran difícil hablar de ello. Cuando el amor no es satisfactorio, encerrarse en un amargo silencio no es bueno, cuando se es capaz de hablar del problema con franqueza y de expresar exactamente lo que ambos esperan del amor, la solución no es tan ajena.

Pero después de años de matrimonio ¿Cómo se puede romper el hielo?

El por qué: La timidez a la hora de hablar acerca del sexo tiene sus raíces en la infancia. Hace 20 años atrás la educación sexual quedaba reducida a los elementos básicos de la reproducción, sin hacer la menor mención de que en el sexo se encerraba una actividad agradable y perfectamente natural.

Aprender a comunicarse: Es sorprendente que a medida que crecemos el sexo no es tema de conversación apropiada para reuniones mixtas o de familia.

¿Por dónde empezar entonces? Si nuestra vida sexual no es satisfactoria debemos empezar hablando de ello. No importa quien tome la iniciativa, si uno no está satisfecho de su vida sexual; el otro tampoco lo estará y recibirá bien la discusión.

La cama es un lugar muy apropiado para comenzar a hablar del tema, preferentemente después de hacer el amor, una salida airosa podría ser (no ha estado mal, pero no crees……) una vez que se empieza los problemas van aflorando.

Hablar mientras se hace el amor: Hacer el amor en completo silencio es una trampa donde muchas parejas caen y de la que están deseando salir.

Hacer el amor es una sensación tan placentera que es una pena no expresarse uno al otro el placer que siente, y de este modo potenciarlo.

Decir palabras tiernas es sinónimo de que te gusta lo que haces y es lo que realmente desea sentir en el momento. Los piropos amorosos son vitales para acrecentar en el otro la confianza en sí mismo; pero tienen que ser creíbles, piense lo que realmente le impresiona del otro cuerpo que tiene cerca y dígaselo, esto solo aumentará el placer que mutuamente se proporcionan.

Algunas parejas tienen sus propias palabras con que designar las zonas intimas y su uso puede crear un vocabulario exclusivo para ambos, que aceptan sin sentirse coartados. La mayoría de los hombres reaccionamos favorablemente a los halagos sobre nuestros genitales o nuestro comportamiento sexual.

Para una mujer no significa mucho esfuerzo decirnos cuan largo es nuestro miembro y como lo nota en su interior, lo que suele ser excitante para uno. A las mujeres les preocupa como las siente el hombre por dentro y un comentario como “estas muy suave por dentro”, las complacerá y servirá de estímulo para que ella actué más recíproca.

En realidad, hablar del sexo se reduce a expresar aquello que uno le gusta y desea del otro y tener el valor de decírselo. No comunicarse mutuamente por los temores, puede a la larga, dañar una relación y causar problemas que podían haberse resuelto si se hubieran discutido anteriormente.

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