La Pornografia
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La Pornografía en las relaciones de pareja

¿Te gusta la pornografía? ¿Alguna vez has visto una película porno, así sea una parte?

¿Te excitas viendo desnudos o personas manteniendo sexo? ¿Has llegado a hablar con un extraño (por chat o teléfono) y te has excitado?

Si has contestado que sí a alguna de estas preguntas, puede que de alguna manera te guste la pornografía.

Y seguro que no quieres que nadie se entere, ya que puedes pasar como una pervertida.

También puedes estar en el otro extremo, donde lo dices a los cuatro vientos y te importe un comino lo que piensen de ti.

Sea como sea, el ocultarlo es cosa del pasado.

Hoy en día quien diga que no le gusta la pornografía es una completa hipócrita y mentirosa.

Porque la pornografía hace parte de nuestra vida. La vemos en todo.

El que nos guste y disfrutemos de la pornografía no quiere decir que seamos unas dañadas o «raritas».

Es sano y de lo más natural, así que deja de sentir vergüenza por tus gustos y aprende a identificarlos y sobre todo a disfrutar de ellos.

Otra cosa es que seas adicta a la pornografía, que no disfrutes de tu pareja sin porno o que vivas en ese mundo y te olvides de estar en tierra.

Ahí hablamos de otro tema.

Sin embargo, si te gusta la pornografía de una manera sana, tu pareja, ni nadie, debería juzgarte por tus gustos.

Si es así y no puedes ser con él lo que te gusta ser, te recomendaría revisar qué tipo de relación tienes.

Porque realmente es muy triste no poder disfrutar de aquello que tanto nos gusta porque a otra persona le parece malo.

Si te gusta la pornografía, en cualquiera de sus representaciones, y por alguna razón se lo ocultas a tu pareja, a la final la estás engañando y eso puede terminar por pasarte factura en el futuro.

Por ello es tan importante la honestidad y la sinceridad.

De esta manera no tendrás que ver y hacer tus cosas a escondidas con el temor constante de que tu pareja te puede descubrir y se arme un buen lío.

Qué se dice sobre la pornografía

Hay varios estudios que dicen que ver pornografía en pareja incrementa la confianza, la excitación y la complicidad,.

Además de darle un aire diferente y alternativo a la monotonía.

Ten en cuenta que si a tu pareja no le gusta, lo mejor es no presionar.

Aunque decirle la verdad es importante y eso no quiere decir que él quiera ver vídeos contigo o participar de otras actividades.

¿Sabías que: las fotografías e imágenes estimulan más a hombres que mujeres?

Es como el helado: puede que a ti te encante el de chocolate pero a tu pareja solamente le guste la vainilla.

Por lo que si no quiere compartir contigo este gusto por lo erótico, lo mejor es no obligarle, siempre y cuando te deje ser y disfrutar lo que tú quieras.

Igualmente, mi consejo es que antes de decirle a tu pareja que no te gusta algo, lo mejor es explorar.

Ya sabes: “no digas que no, hasta que no lo hayas vivido”.

Tal vez descubras que puede ser interesante, entretenido y sobre todo muy erótico.

Advertencia importante

Recuerda que la industria del sexo mueve millones de dólares al año.

Da empleo a cientos de personas y promueve, en muchos casos la explotación sexual comercial, además de varios delitos contra menores de edad, mujeres y algunos hombres.

Así que disfrútala, pero ten cuidado del lugar donde adquieres este contenido.

No sea que con tu compra estés promoviendo alguna red que se lucre haciéndole daño a otras personas.

La pornografía nos ha acompañado toda la vida

No debemos olvidar que la pornografía no es un tema reciente, lleva años en el mercado, solamente que ahora podemos tener acceso a ella en muchos más lugares.

Antes era un poco más exclusiva y todo era más “sutil”, pero siempre ha existido, de una u otra manera.

Así que si crees que es un invento reciente de esta globalización o Internet, bájate de esa nube y mejor investiga un poco y deja de crear juicios.

Personalmente, soy de las que disfruta más de relatos eróticos que de vídeos.

Hay varios estudios que dicen que los hombres son más visuales y las mujeres somos más sensitivas e imaginativas, nos gusta hacer volar la imaginación y no nos motiva mucho imágenes demasiado explícitas.

Por el contrario puede excitarnos más algo suave, que muestre poco, pero con una actuación mucho más creíble.

Así pues, sea cual sea tú gusto en cuanto a la pornografía, no te avergüences de ello.

Sin embargo, si crees que tienes un problema o sufres de adicción al porno, busca ayuda hablando conmigo.

O hazte este curso online de mi amigo Gonzalo Salinas que es un experto en ayudarte a vencer la adicción que genera el porno.

De él conozco su libro, que tiene el mismo título y hablamos en la tercera edición del Congreso Sexualidad Consciente sobre este tema y es fascinante lo que tiene para compartir.

Sabe mucho de esto y lo mejor, que ayuda a muchísimos hombres que se encuentran en esta situación.

No tengas miedo o vergüenza de buscar ayuda. Estamos en este camino para aprender, ser mejores personas y sobre todo, ser más felices.

Hablar con un profesional del tema no es un signo de debilidad o de enfermedad, y siempre es necesario saber identificar cuándo algo se sale de control.

A veces se requiere un poco de ayuda para volver a la normalidad.

Y aunque suene repetitivo, ten en cuenta que en una relación es importante que nuestra pareja sepa lo que nos ocurre, para poder acompañarnos en el camino.

Tal vez comparta los mismo, pero tiene vergüenza de decírtelo.

Busca la manera de invitarle a probarlo.

De ti depende que para él/ella sea una grata experiencia y un buen momento para que compartan de vez en cuando.

Una anécdota a compartir

Como anécdota les comento que hace poco una amiga me dijo:

“Mi novio me ha enviado una fotografía demasiado obscena, no se qué hacer con ello”.

Le pregunté: “Te gustó lo que te envío”

“Pero qué dices, es demasiado vulgar”.

“Se honesta y dime, ¿te excitaste un poco cuando la viste? ¿Te dio curiosidad de saber por qué te la ha enviado o te sentiste tan ofendida que quisiste golpearlo y dejarlo por cochino?”

Tras un largo silencio, respira y me dice:

«Nada de lo último, tampoco creo que me haya excitado mucho y aunque me molestó al principio tampoco es como para dejarlo por eso. La imagen es vulgar, pero hasta sensual y bonita”.

“Bien, tienes tres opciones: ignorarlo y hacer como si nada. Escribirle haciéndole un reclamo y exigirle que te explique de qué va eso o seguirle el juego y enviarle un relato erótico que te guste”

A que no adivinan que opción eligió 🙂

Ahora me pregunto;

¿Tú que harías si tu pareja te envía una imagen, un vídeo o un relato erótico? ¿Qué opinión tienes de la pornografía?

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6 comentarios

  1. Ya ando curada de espantos y mas leyendo todo lo que por aquí se escribe, pues la imaginación vuela y revuela, pero si me gusta mas leer libros eróticos que ver películas pornos, mas que se me hace que tanta belleza es pura paja.

  2. Este es un tema peliagudo Diana. Difícil de contestar sobre todo cuando existen tantos tabú. Sin dejarte clara mi opinión personal al respecto, te diré que estoy de acuerdo contigo que todo en pareja debe de ser consensuado y que la honestidad es primordial para que todo vaya en la dirección correcta. Partiendo de esa base, cada pareja o persona que haga lo que quiera cuando quiera sin caer en redes que abusen de personas vulnerables.
    En esto como con todo hay una línea muy fina que es muy fácil pasarla y cometer verdaderas barbaridades para el placer de cuatro.
    Pedazo de tema has elegido esta semana Diana!! Daría para una buena conversación por el Templo de Debod 😉
    Un abrazo enorme!

    1. jajaja guapa, ya te digo es un tema muy interesante y que tiene muchas posturas porque cada uno lo vivimos según dónde estemos y con quién estemos en este momento. Pero en general creo que es cosa de dos, según cómo se vive a la final. Guapa, que disfrutes de tu Canadá y nos mandes muchas fotos. Un abrazo 🙂

  3. Creo que todo el mundo habrá visto alguna escena porno, ya no te digo películas enteras que eso no está ni de moda ya xD con internet eliges escena y poco importa todo lo demás… pero creo que es verdad que los hombres son mas visuales y las mujeres mas imaginativas, pero las dos cosas se complementan en general muy bien!