No voy a sentirme fea
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Hoy he decidido dejar de sentirme fea

El título puede parecerte un poco fuerte o puede que te sientas identificada con la realidad que voy a contarte. Sea como sea tu situación, te hago la siguiente invitación:

A partir de hoy intenta no sentirte fea y empieza a trabajar tu autoestima, para ello deja de sentirte menos que las otras y sobre todo aprende a aceptarte tal cual eres. Con defectos, virtudes, pero sobre todo como un ser único y hermoso.

Así que anímate, levanta tu voz, reconoce lo hermosa que eres y no permitas que otros determinen el cómo te verás y cómo te sentirás a partir de hoy.

Tal vez, en algún momento de tu vida, o en este momento, has pensado que eres fea, que no eres sexy, que no le gustas a nadie.

Yo he sentido eso en muchas veces a lo largo de mi vida. Sin embargo también es cierto que tengo una autoestima forjada por la determinación y el «no me importa, siempre y cuando yo sea feliz y me sienta bien

No digo que es algo que se logre de la noche a la mañana, siempre te importará lo que piense tu familia, tu pareja, tus amigos, vecinos, conocidos, compañeros de trabajo, de estudio y demás…

Siempre te afectarán sus opiniones, te molestarán sus burlas o críticas, sin embargo, tú tienes el poder de determinar y aceptar qué cosas vas a permitir que afecte tu opinión sobre ti.

Ejercicios para dejar de sentirte fea

La invitación que te quiero hacer, es a que hagas unos pequeños ejercicios todos los días aunque:

  • Sí, puede que a veces (casi siempre) me levante con más ojeras de las normales
  • Sí, puede que a veces requiera utilizar maquillaje para ocultar nuevas manchas en mi piel
  • Sí, es verdad que mi pelo es un desastre, y normalmente no sé qué diablos hacer con él
  • Sí, las pintas que me pongo no serán las que más me favorecen
  • Sí, a veces aumento de peso y me siento completamente inflada
  • Sí, a veces adelgazo tanto que estoy en los huesos y con la cara chupada
  • Sí, mi culo es tan grande que he llegado a sentir que me tira para atrás en algunas ocasiones
  • Sí, mis tetas no son grandes y a veces las siento como un ser extraño en mi cuerpo
  • Sí, mis dientes son pequeños y tengo demasiadas calzas en mis muelas
  • Sí, no me gusta pintarme las uñas y me como los cueros
  • Sí, mis brazos están más flexibles por la falta de ejercicio

Asi y todo he decidido que…

No necesito que nadie me recuerde lo linda que soy, el que yo lo reconozca y lo acepte va a ser el primer paso para ser más hermosa, a partir de hoy

Estoy empezando a sentirme a gusto con quien veo en el espejo (no siempre, pero sí la mayoría de las veces).

Puede que no sea la mujer más bella del planeta, pero soy hermosa, soy feliz y estoy trabajando mi aceptación cada día, cada segundo y sabes como:

  • Mirándome todos los días al espejo cuando me levanto y diciéndome lo hermosa que soy. (Esta rutina la hago dos o tres veces al día),
  • Me digo cosas buenas y positivas. Nada de «soy tonta»,  eso lo cambio por: «tengo que estudiar más». Nada de «qué gorda estoy», mejor me propongo  hacer más ejercicio para sentirme mejor… Así con todo…
  • He dejado la crítica destructiva, para conmigo y las demás mujeres (utilizando el punto anterior)
  • Sonriendo mucho y de corazón. La sonrisa siempre es el mejor remedio a todos los males, incluso cuando te sientes mal contigo misma.
  • He aprendido a reírme de mi misma, porque hace que sonría desde el corazón.
  • Buscando siempre mi felicidad en cada paso que doy

En definitiva he estado trabajado en mi espíritu, aumentando la confianza en mí.

Ahora debo empezar a trabajar en mi cuerpo, hacer mucho más ejercicios para reflejar la salud que siento y lo bien que me veo.

Estoy contenta, estoy satisfecha, estoy feliz y aunque no lo notes, porque para ti no soy la más bonita, te diré que si lo soy y el que yo así lo vea es suficiente.

A la única persona que debo agradar es aquella con la que pasaré más tiempo en mi vida: YO

Como ves, son ejercicios muy sencillos que estoy segura te ayudarán a que te sientas cada día más hermosa.

Realidad ante la situación

Es cierto que la realidad que viven cientos de jóvenes y mujeres es una muy diferente.
Una sociedad que las obliga a ser delgadas, a estar siempre guapas, vestir la mejor ropa y aparentar. Eso es lo que se vende, lo que vemos en la televisión, en las noticias, en los anuncios.
Vemos «mujeres guapas» con un prototipo que no se acerca a la realidad.

Lamentablemente, el daño está hecho y gracias a esto vivimos acomplejadas, nos creemos menos guapas que nuestras amigas, somos tímidas, inseguras y nos sentimos siempre inferiores.

Y sabes qué es lo peor, que a veces las críticas más fuertes vienen de casa, de una mamá, una tía, una hermana inconforme, que quiere que seas menos para sentirse mejor.

Esas críticas también pueden venir de una o unas buenas amigas que disfrutan haciéndote sentir fea y viendo como te desmoronas. Sí, es verdad, hay mujeres que son así (no todas, gracias a Dios) 🙂

Así pasamos la pubertad, adolescencia y llegamos a la edad adulta con muchas dudas, inseguridades y el problema es que luego transmitiremos esos mismos miedos a nuestras hijas, sobrinas, vecinas y pequeñas amigas que tengamos.

Lo que hace que esto sea un círculo vicioso que no tenga fin y que sea tan complicado dejar. Piensa en ello, y sobre todo busca la manera de salir.

Investigación: niñas que se sienten feas

Resulta que normalmente cuando elijo un tema, lo hago desde mi experiencia, pero sobre todo porque me apetece hablar de ello. Así que lo que he escrito hasta ahora, es mi experiencia.

Después de ello, viene la parte de investigación, no antes porque no quiero que lo que averigüe me cohiba lo que quiero decir, por eso siempre escribo primero.

En esta investigación lo que hago es buscar en Google el tema que me interesa y ver qué dice la gente sobre ello. No saben la sorpresa que me he llevado con este tema.

Resulta que en el 2012 una chica de 12 años puso un vídeo en Facebook preguntando si era bonita o fea.

¿Saben qué es lo peor de esto? la cantidad de pedófilos que hay en la red pendientes de personas así para caerles a la primera.

Así que tras ver el reportaje, que les dejo abajo y leer un poco más sobre la noticia me pregunto ¿Qué estamos haciendo con nuestra juventud?

¿Cómo es posible que una niña de 12 años, tan linda y tan llena de vida se cuestione si es bonita porque sí, porque le dio un día la gana de hacerlo, porque duda de lo que le dicen sus amigos y familiares? ¿Qué ha podido pasar para que una niña a esa edad se cuestione esas cosas?

Yo a los 12 años no pensaba en eso, no pensaba en chicos, no pensaba en si era bonita o fea, no pensaba en andar exponiéndome de esa manera, solamente quería jugar con mis amigos y estudiar (porque me gustaba estudiar).

¿Qué ha cambiado? La educación, Internet, la televisión, los amigos, la familia… No sé, tengo muchas preguntas y pocas respuestas 🙁

Todo esto me recuerda una charla que tuve con una amiga en Sevilla con respecto a la libertad que le estamos dando a nuestros hijos, eso de que tengan televisión y computador en el cuarto, ¿en qué les está ayudando realmente? No lo veo claro.

Pero eso sí, la nota me ha dejado bastante triste y sobre todo preocupada, porque el que una vieja como yo se cuestione si hoy está bonita o no es una cosa, pero que una niña de 12 años lo haga, me parece triste, preocupante y bastante alarmante.

No sé a ti qué te parece el tema, ya me contarás en los comentarios.

Así que ya sabes, mi invitación hoy es a que te ames, a que te aceptes, pero sobre todo a que descubras lo hermosa que eres.

Créeme, no es tan difícil y te ayudará un montón, yo aquí seguiré escribiendo sobre la aceptación, así que si no te quieres perder nada, no olvides suscribirte 🙂

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22 comentarios

  1. Me iré a la tumba con el «Aceptarme tal y como soy», y lo haré porque creo en ello. Aceptarte con lo más bonito que tienes, y es tu cuerpo! Mirarte desnuda antes de meterte a la ducha, luego volverte a ver en tu habitación en ropa interior y decirte: ¡Guapa! ¡Churra! ¡Cómo molas! Es la mejor terapia para sentirte a gusto contigo misma, y con los demás, porque créeme que el autoestima lo huelen los hombres.
    Lo natural está de moda, y lo seguirá siendo. Por eso arriba las mujeres tal y como son. Justo estoy haciendo un proyecto de ello, luego te enterarás, pero es precisamente ver lo bonito que tenemos para ofrecer. Y no unas tetas grandes, ni un culo enorme, ni un abdomen plano. Son unas tetas con más alma, un culo con más energía y un abdomen con más vibración.

    1. Señorita eso es genial, yo llevo algún tiempo trabajando en esto y aún me falta un montón. Tengo cantidad de herramientas y eso es lo que trato de hacer. Tomar lo aprendido, seguir aprendiendo y sobre todo poniendo en práctica eso y mucho más 🙂
      Éxitos en esos proyectos y que las cosas sigan dando buenos frutos porque sí 😀

  2. Hola!!! desde el principio, me he acordado de mi adolescencia y lo atormentada que me sentía. No soy muy mayor, pero hace años sólo había revistas y la televisión, y cuando tenía unos 15 años triunfaban Naomi Campbell y Claudia Schiffer. Eran atas, delgadas y súper modelos, y yo solo entendía la belleza del exterior. Por aquel entonces (y ahora) era muy bajita, 155 cms y 58 kilos que me hacían sentir…mal. Acomplejada, sin autoestima, siempre de mal humor o tristona…
    Al cabo de un tiempo, y gracias a hacer deporte, mi cuerpo fue cambiando, y fue más adelante cuando entendí que yo nunca tendría el cuerpo de aquellas súper modelos, YO SOY DIFERENTE A ELLAS, PERO NO MENOS ATRACTIVA.
    Sé que es duro salir de un círculo en el que te sientes sin defensa, fea, poco sexy, poco atractiva… pero si unimos la voz, llegaremos más lejos.
    La belleza es subjetiva, y no hay nada más bonito que una mujer valiente y sonriente.
    Precioso el post : )

    1. Guapa qué bonito que escribes, la verdad es que aprender a superarnos y eliminar esos mensajes que nos dan los medios de comunicación no es sencillo. Pero lo dicho, la belleza es subjetiva y se necesita mucho valor para decir que eres bella aunque no cumplas con cánones establecidos por la sociedad 😀

  3. Un artículo repleto de intensidad, Diana.
    Lo que me parece más crudo de la historia de la niña de doce años que utiliza Youtube para pedir opiniones acerca de su apariencia física no es su necesidad de aprobación (más o menos normal en los adolescentes), sino en su predisposición a creer y confiar en los juicios de personas extrañas, otorgando más validez a sus opiniones en lugar de a las suyas propias.
    Hace dos semanas, durante mi último viaje a Extremadura, viví una situación que me dejó absolutamente descolocada y que viene muchísimo al caso.
    Mi prima de 12 años, recién salida de la ducha, apareció llorando desconsoladamente en el salón tan sólo con la toalla puesta porque se estaba acomplejando a causa de los granitos que le han salido en la cara y tan típicos del acné adolescente.
    Mi prima, que es una niña brillante, amorosa, dulce y muy querida por quienes la conocen, lo estaba pasando realmente mal por culpa de cuatro granitos que le habían salido en la cara.
    Jamás había visto a la niña así. Y creo que mi tía (su madre) tampoco porque me miró en plan «socorro, ayúdame a decirle algo porque estoy alucinando en estos momentos».
    ¿Qué hicimos? En lugar de convencerla tan sólo porque sí y haciendo uso de nuestra autoridad adulta, la sentamos con nosotras y empezamos a conversar con ella amorosamente para relajar su ansiedad.
    Entonces se me ocurrió preguntarle si le habían hecho algún comentario en el instituto, ya que me parecía poco habitual en ella esa reacción. Y efectivamente, ahí estaba el origen del asunto. Esa misma mañana dos compañeros de clase se habían burlado de ella por los cuatro granitos de nada que habían aparecido en su cara.
    Me parece fundamental tratar con naturalidad estos temas con las personas de nuestro entorno y, sobre todo, ayudándoles a aceptarse a sí misma y a quererse por cómo son, independientemente de cómo les vean los demás.
    Por supuesto, y como dices, el comienzo está en nosotras mismas y es clave que seamos conscientes de qué nos gusta más y qué nos gusta menos acerca de nosotras para poder reconciliarnos con ello y aceptarlo como parte de nuestro ser.
    Tan sólo cuando lo aceptamos y nos queremos nosotras podrán querernos los demás, pero la gran reflexión y el trabajo principal reside en nuestro propio interior.
    Muchísimas gracias por abordar y sensibilizar sobre un tema tan importante, Diana!
    Un abrazo grande!
    Ali

    1. Guapa, gracias a ti por tus palabras y por compartirnos tu experiencia. La verdad es que el trabajo que tenemos con nuestras pequeñas es muy fuerte y el camino no será sencillo precisamente por la vida que tenemos hoy en día (mucha información), pero a la final como bien dicen por ahí les mostraremos el camino y ellas tendrán que decidir qué y cómo seguir con sus vidas, porque por más que queramos que no sufran, que tengan una vida mejor que nosotras, no podemos vivir por ellas.
      Principalmente porque nosotras también estamos aprendiendo y evolucionando en este momento, así que nuestro camino tampoco está del todo claro 😀 Gracias guapa por tus palabras 🙂

  4. Diana este es un tema muy difícil de abordar, además de ser muy subjetivo, lo que puede ser bello para mí no tiene porque ser bello para ti, además el tema que planteas sobre estas preadolescentes buscando aprobación por medio de redes sociales, tal vez para reiterar lo que ellas ya saben o para sacarles de duda, es muy triste, sobre todo en una edad en la que estamos pasando por una transición muy fuerte a nivel de vida, y cualquier cosa puede hacernos muy frágiles y resquebrajar cualquier creencia que tengamos, a esa edad yo tenía la autoestima muy baja porque yo sufría de sobre peso y eso de sentirse inferior y menos bonitas que las demás era mi cotidianidad.
    Yo tengo una hija de 13 años y trato de hacer fuerte la seguridad en ella misma, yo le digo que lo más bello que ella tiene es su cerebro y su inteligencia, aparte de reforzarle el amor propio para que este paso por la adolescencia no le sea tan duro ni tan traumático.
    Yo al igual que tú, tengo un montón de cosas que no me gustan, con las que no estoy satisfecha, pero ese concepto de belleza me ha cambiado mucho, sobre todo porque estoy a punto de entrar a los 40 y mi cara y cuerpo están cambiando mucho, pero también mis emociones, mi forma de ver la vida, lo que creo ahora de la belleza es algo totalmente distinta a lo que yo creía hace 10 años o 20, cada edad te regala un concepto muy distinto, y que bien que ahora esté mucho más enfocada en mi belleza interna.
    ¡Un gran abrazo!

    1. Muy de acuerdo con tu punto guapa, la verdad es que la belleza depende del concepto que tengas de ella y también de la edad en la que estés, porque no es lo mismo lo que pensamos que es bello a los 15 que a los 40, desde luego la belleza cambia y cambia con uno. Muchas gracias por tu aporte guapa y a seguir trabajando en nosotras mismas que somos el ejemplo que le damos a nuestras pequeñas 🙂

  5. Además de hacerme reflexionar sobre mi autoestima, que creía buena, me has abierto los ojos a una realidad que desconocía: las niñas.
    En mi caso, como seguro que el de muchas, hay «una zona» de mi cuerpo que no me gusta… pero a partir de ahora voy reverenciarla. Me ha encantado cómo has puesto ejemplos para ver el lado positivo de algunas cosas, y voy a crear uno especial para «mis rodillas».
    Y además, me has dado pie a fijarme más en los niños, o en este caso mi sobrina, que se está acercando a la edad de los ejemplos que has puesto.
    Muchas gracias Diana.

    1. Guapa, me alegra mucho que este post te haya inspirado para darte más amor, porque la verdad es que somos preciosas y perfectas lo que pasa es que somos demasiado críticas con nosotras mismas y eso no nos hace mucho bien a final de cuentas. Un abrazo guapa y a trabajar duro para que tu sobrina no la pase muy mal en la adolescencia 😉

  6. Diana, me encanta cómo has tratado este tema.
    Sinceramente, para mí es una materia un tanto tabú. Nunca me he sentido guapa. Aunque si es verdad que intento mimarme y cuidar mucho el vocabulario que utilizo cuando tengo que valorarme.
    Hace un tiempo he comenzado a practicar meditación, y uno de sus premisas es la aceptación sin juzgarse y siempre utilizando palabras amables. La verdad es que me ha ayudado mucho a superar mis momentos en lo que he sentido que he fallado.
    Pero lo de mirarme al espejo no lo llevo demasiado bien. Se que debo cambiar esta actitud. Me ha encantado tu rutina de «mirarte al espejo y decirte lo hermosa que eres».
    Tomo buena nota y voy a intentar ponerla en práctica. Ya te cuento los resultados.
    Abrazos!!

    1. Guapa, no es sencillo, la verdad es que más fácil salen palabras de crítica que de amor, qué le vamos a hacer no es porque seamos malas, es porque vemos más lo malo que lo bueno en nosotras mismas y tenemos que aprender a ver primero lo bueno y luego darnos duro con lo malo, pero duro poquito jajaja 🙂 Espero me cuentes cómo te va con este ejercicio, que no es nada sencillo, eso sí, pero que te aseguro que al final será genial 🙂

  7. Hola,
    Es cierto que el estereotipo de belleza que se ha creado en la sociedad actual influye y que las críticas de las demás personas influyen en cómo nos sentimos. Sin embargo, creo que las críticas más destructivas son las autocríticas por eso me gusta el ejercicio que planteas.
    A mí la técnica del espejo nunca me ha dado resultado. Más bien la he escuchado en varias ocasiones pero nunca he llegado a ponerla en práctica. Eso sí, lo de cambiar el sentido de las críticas negativas por frases positivas creo es supereficaz para no terminar con la moral por los suelos. Eliminar ciertas palabras del vocabulario que empleamos en el diálogo interior tiene una influencia directa con el estado de ánimo.
    Un abrazo.

    1. Así es guapa, soy una convencida de eso, de que las palabras son poderosas y las que nos decimos a nosotras mismas lo son un montón. Por ello creo importante cambiar la forma en la que nos hablamos a nosotras mismas, darnos más amor es indispensable y necesario, esa es la verdad. Gracias guapa por tus palabras, un abrazo 🙂

  8. Hola guapa, para empezar te diré que esa que describes en los ejercicios con todos los «sies» soy yo, tal cual jejejeje. Ahora en serio, estamos tan bombardeadas todos los dias por todas partes con que tenemos que ser supermujeres siempre perfectas y sin que nos suponga esfuerzo alguno, que cualquier otra cosa que no suponga la perfección instantánea nos puede hundir en la miseria en cuestión de segundos. Como has comentado en el apartado de los «sies»: si tienes ojeras que te llegan a los pies, hay que taparlas deprisa y corriendo, y yo soy la primera que lo hace porque no me gustan. Pero si algún día no puedes maquillarte o has pasado una noche peor que de costumbre, ya se encarga el resto del mundo de recordarte tu «error»: que mala cara tienes, es que vaya ojeras, cualquiera diria que no duermes, pareces muy cansada, ¿es que estás enferma? etc etc… No se perdona la más ligera imperfección
    Cuando esto se extrapola a las niñas es mucho peor. No tengo hijas pero si sobrinas pequeñas que son guapas, inteligentes, curiosas, alegres… no me gustaría que al llegar a los 12 años tuvieran que plantearse si son guapas o no solo porque no caben en unos cánones estúpidos e imposibles de alcanzar. Besos!!

    1. Guapa, yo te confieso que tampoco quiero ver a mi sobrina sufriendo por ese tema cuando llegue a esa edad, aunque ya veremos cómo serán las cosas en 12 años. Sin embargo como vamos, me da sustico pensar en ello 😀 Gracias por compartirnos tu punto de vista, la verdad es que no es sencillo aceptarnos, pero el trabajo es hermoso a la final, cuando decididos recorrer ese camino 🙂

  9. Gracias por compartir Diana,
    Tienes razón, esto es un tema al cual se le da mucha importancia y en otras no la suficiente. Si es cierto que no debemos depender de otros para entender nuestro valor, sin embargo la presencia o ausencia de estos no va a cambiar en realidad nuestra aceptación propia. Por ejemplo, me la podría pasar sin aceptar los «piropos» continuos de mi esposo si estoy comparandome continuamente con los estereotipos de la sociedad en vez de aceptarme como soy y creerle sus palabras que sé vienen de un corazón sincero.
    Saludos!

    1. Guapa, hay que aceptar los piropos de nuestra pareja, a mi me encanta los que me da mi esposo, claro que hay días que no e los crees, es normal, pero hombre, hay que aceptarlos porque son con mucho cariño y respecto y esos son los que más bien nos hace 🙂 Un abrazo guapa 🙂

  10. Yo en un momento me sentí el patito feo, pero muchas veces estos pensamientos surgen cuando venimos de una sociedad que le encanta etiquetar a los demás. Este aprendizaje de autoestima se trabaja día a día. Me encantó el post lo voy a compartir con unas personas que a veces trato sobre este tema.
    Saludos.