educación y la salud sexual
|

Son buenos tiempos para la educación y la salud sexual

Hace cosa de diez años, uno tenía bastantes más problemas que hoy para encontrar una sex shop, terapias de pareja o educación sexual de confianza. Hoy lo tenemos mucho, pero mucho más sencillo. Y todo gracias a que desde mediados del siglo pasado hubo personas jugándose todo y abogando por esta rama del bienestar y el desarrollo personal humano. 

Algunos aportes fueron súper meritorios. Alfred Kinsey, por ejemplo, nos abrió los ojos al comportamiento sexual de hombres y mujeres en una época en la que todo giraba en torno a procrear y poco más; y nos acercó de nuevo la idea de las orientaciones que habíamos perdido de vista al distanciarnos de las épocas griega y romana. 

También hay personas trabajando desde hace muchos años para eliminar el estigma de los juguetes sexuales e implementos eróticos para adultos. En países como Estados Unidos incluso han elegido el 4 de noviembre como día oficial del juguete sexual.  

Podemos agregarle a este buen panorama el interés cada vez mayor de las personas en una sexualidad consciente: sana, segura, responsable, agradable, comunicativa y consensuada. Justo el área donde mis proyectos y yo misma estamos aportando nuestra parte. 

Como pionera de estos temas con uno de los primeros blogs de habla hispana sobre educación sexual cercana y honesta, estoy muy emocionada por ello. 

En especial tras haber celebrado cuatro ediciones anuales y dos ediciones especiales de mi Congreso de Sexualidad Consciente y participar en decenas de otros congresos que vinieron a raíz del interés creciente del público y la valentía de más profesionales. 

No es fácil entrar en estos temas en los tiempos que corren. 

El terreno de la educación y la salud sexual se cimienta en la responsabilidad personal, y vivimos un momento de victimismo ilustrado. En consecuencia, no le puedes decir a una persona que se cuide mejor, que tome mejores decisiones, o que aprenda a distinguir y asumir o evitar los riesgos de mejor manera. Al menos, no sin que hacerlo levante ampollas. 

Y es comprensible, ¡si sabes en qué fijarte! 

En mi experiencia, siempre que una persona ha llegado a consultar conmigo o a participar en mis eventos y ha tenido una reacción victimista, se encontraba en momentos de exploración, intentando definir (o redescubrir) sus límites. En esos casos es muy habitual cometer transgresiones contra uno mismo y contra los demás, y tener reacciones muy agresivas contra todo aquello que podría “cortarte el rollo”. 

Pero llega un momento de la vida, que nada tiene que ver con tu sexo, tu edad, tu orientación, en el que cambias el chip.

En ese momento, “simplemente acabas cansándote de gilipolleces y empiezas a hacerte cargo de limpiar tu mierda y dejas de aceptar la de otros”, como dice mi pareja muy a la española. (Sí, es un ejemplo un poco chocante, ¡pero seguro que se te graba mejor!)

Ahí es donde tiene sentido para ti que te hablen de autocuidado, de buena comunicación, de límites claros y saludables, de responsabilidad, de prevención y de satisfacciones menos inmediatas y más trabajadas. Ahí es cuando aprovechas lo que te cuentan. 

Y aunque a menudo encuentro más este cambio de chip en personas por encima de los 40, sería injusto no contarte que también hay demasiados casos de personas en sus 20 y sus 30 a mi alrededor que ya han cambiado su chip o están en eso. 

De hecho, ¡en todas las ediciones de mi Congreso de Sexualidad Consciente teníamos un saludable equilibrio entre las personas de 18 a 35 años y las personas de 36 a 55 años! Y para nuestra sorpresa y alegría, también hubo un alto número de personas por encima de los 55, así como familias que aprovecharon para acompañar a sus menores de 18 años y acercarles nuestros contenidos. 

En la Comunidad Fluyendo hemos tenido la misma experiencia. Un saludable equilibrio de personas de todas las edades con muy diversas condiciones vitales e intereses propios… Aunque todas con algo en común: el deseo de limpiar sus vidas de victimismo. 

Por ese motivo, en este año 2022, la Comunidad cambiará su modelo de funcionamiento. ¡Presta atención si estabas esperando al anuncio oficial!

Las formaciones y talleres que ofrecemos ahora se van a combinar con una mentoría exclusiva para miembros. Además de la sexualidad consciente y las relaciones auténticas, también vamos a ayudarte a mejorar tus finanzas y tu bienestar físico y emocional. 

De esta manera, si este año quieres regalarte un juguete o apuntarte a alguna formación de educación sexual que te guste, ¡buenas noticias! Porque vas a tener una excelente situación de partida y recursos de sobra que invertir en ello. 

Si quieres más información, escríbeme y con gusto te la proporciono.

Por ahora te deseo una feliz salida y entrada de año. Nos vemos en 2022 con más debates, más eventos, y más salud y educación sexual. 

¡Un abrazo enorme y gracias por hacer parte de mis pícaros soñadores!

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.