No tener apetito sexual
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¿Los hombres pierden el apetito sexual en algún momento?

¿Alguna vez has escuchado a alguna amiga decir que su pareja quiere hacerlo siempre, a toda hora y en cualquier lugar? Esto normalmente ocurre los primeros años de relación, cuando todo es novedad y la aventura es lo que predomina en la pareja.

Después de un tiempo, esa misma amiga puede decirte que su pareja, repentinamente, ha perdido el apetito sexual, pues ya no quiere hacerlo a cada momento, sino más bien de vez en cuanto.

Muchas veces esa poca frecuencia pasa de día de por medio a una vez a la semana, luego una vez al mes y luego cuando San Juan agache el dedo.

Puede que pensamos que es lo normal, que, sobre todo los hombres, cuando van siendo más mayores van perdiendo el apetito y van teniendo menos sexo.

Sin embargo, cuando el hombre tiene 37 y la mujer 30, te puede parecer que no es normal que tu pareja no quiera hacerlo frecuentemente y es ahí donde empiezas a pensar que puede ser que haya perdido el deseo por ti, tenga otra persona que satisfaga sus necesidades o sencillamente este enfermo.

Sin embargo, resulta que tanto hombres como mujeres tenemos nuestros momentos de mucha apetencia por el sexo, así como de inapetencia y es que no es lo mismo cuando tu única preocupación en la vida es vivir a cuando debes preocuparte por el trabajo, el estudio, la familia, los hijos, el deporte, la vida social y cultural…

En fin, las preocupaciones pueden hacer que, por épocas, no te apetezca tener tanto sexo, así como la falta de ellas, puede hacer que te sientas más sensible al deseo sexual.

Después de los 30 más apetencia por parte de las mujeres menos por parte de los hombres

Esto es muy variable y cada persona es un mundo.

Yo he descubierto que después de los 30 mi deseo sexual se ha disparado, y sé de muchas mujeres que les pasa igual.

Después de los 30 nos sentimos más seguras, más satisfechas con nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y eso hace que disfrutemos mucho más del sexo.

En cuanto a los hombres la cosa es diferente, porque ellos disfrutan del sexo (normalmente) siempre y en su época de juventud han vivido una sexualidad muy activa (la mayoría), además de muy satisfactoria.

Por eso, tal vez, al llegar los 30 algunos experimente un bajón en su frecuencia sexual, además porque viene la depresión de los 30, las responsabilidades y sobre todo el querer solucionar el mundo y no tener tiempo para ello.

Una historia

Tengo una amiga, que lleva casada unos 15 años, y me contaba que al principio su vida sexual era muy activa, luego llegaron la convivencia, las responsabilidades, los hijos y el trabajo y la cosa se fue disipando.

Tanto así que lo hacían con menos frecuencia, hasta que de un momento a otro, su pareja perdió el apetito y ya no quería tener sexo, mientras que ella, por cosas de la edad, parece que quería hacerlo a toda hora.

Pasado los años, resulta que él ha vuelto a esa época adolescente: donde quiere aquí y ahora. Él pasa los 40 en este momento, y mi amiga se sorprende de que su apetito, de la noche a la mañana haya vuelto.

De hecho, él mismo comenta de que se siente como un adolescente.

No todo en la intimidad es sexo

Y es que resulta que en las relaciones tenemos un problema cuando pensamos en intimar, tener relaciones sexuales, siempre pesamos en la penetración como único mecanismo para satisfacer nuestro deseo, cuando resulta que hay muchas maneras de satisfacernos sin necesidad del coito.

Entonces me pregunto ¿Cuándo se volvió indispensable la penetración para estar satisfechos? ¿Hemos olvidado que existen muchas otras cosas que podemos hacer y que igualmente nos pueden dar mucho placer?

Es verdad que a veces tu quieres y yo no quiero. Eso pasa en muchas ocasiones y es muy normal, no te preocupes, no eres la única que pasa por eso.

El asunto es que si aprendemos a disfrutar de nuestra pareja, sin necesidad del coito, aprenderemos a satisfacer sus deseos, así nosotras no queramos tener sexo.

Pero eso solamente lo lograremos cuando el día que nosotras queramos, ellos puedan satisfacernos así no quieran sexo.

Y es que dar sin recibir, no es muy típico en las relaciones sexuales. Normalmente los hombres dan placer, porque esperan recibir mucho placer a cambio. En ese mismo momento, no en unos días.

Mientras que las mujeres podemos satisfacer a nuestra pareja, así nosotras no queramos tener sexo en ese momento ¿Te ha pasado?

Entonces me pregunto ¿Por qué tu no puedes hacer lo mismo? ¿Por qué si hoy tengo ganas no me das algo de placer, así tú no quieras? ¿Crees que el carecer de deseo o de una erección te va a limitar tu poder de darle placer a tu pareja?

¿Crees tú que si tu pareja te da placer, pero no tiene sexo es porque no te desea? Yo no lo veo así.

Creo que si aprendemos a dar cuando la otra persona quiere y a recibir cuando nosotros lo deseamos, las relaciones pueden ser más duraderas, más felices y sobre podrían tener una sexualidad mucho más sana.

Sin embargo, aún nos falta tanto por aprender y por conocer, que para llegar a ello hay mucho camino que recorrer.

Concluyendo

Tanto hombres como mujeres pueden perder el deseo sexual en algún momento de su vida. Es normal. Es natural. No significa que no te quiera, que ya no lo quieras o que no lo desees.

El sexo es un factor importante en las relaciones de pareja, sin embargo, no es lo único que hace que una pareja este junta, se ame y quiera pasar el resto de su vida unidos.

Así que no te preocupes si no tienes ganas de sexo a cada momento, ni si lo que te pasa es todo lo contrario.

Son etapas, son épocas, son momentos y lo importante y lo que te ayudará a que la relación se fortalezca con el tiempo es el diálogo, la confianza, el amor y el respeto que se tengan mutuamente.

¿Tú en qué etapa te encuentras? ¿Tienes una relación basada en el diálogo o en el sexo? ¿Cómo piensas hacer cuando vengan los momentos de inapetencia sexual que cualquiera de los dos vivirá en algún momento de su vida?

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2 comentarios

  1. Diana mi pareja es menor que yo y te puedes imaginar que el apetito sexual es casi inagotable, muchas veces no he estado en sintonía con sus ganas porque el cansancio o sencillamente mi apetito no han concordado con el de él, antes él viajaba mucho y los encuentros eran apoteósicos, pero ahora está más tranquilo, y eso me tranquiliza un poco (no lo puedo negar), sé perfectamente que puede ser una época, estamos enfocados en otras cosas, como aprender el inglés por ejemplo, sus obligaciones laborales, etc., pero en ningún momento he llegado a pensar que es desgano, sino un temporal que podría pasar, ya no es tan frecuente como antes, pero cuando estamos juntos es maravilloso y gratificante. Estoy relajada, sabiendo que los días de mucha actividad sexual podrían llegar en cualquier momento (jajaja). Mientras, la intimidad lleva otra connotación, lo cual me parece fabuloso y deleitante.
    ¡Un abrazo!

    1. Guapa, gracias por compartir tu experiencia, lo cierto es que las relaciones donde hay una diferencia de edad puede sufrir lo que mencionas, pero también puede tener mucho juego, todo está en saber aprovechar las situaciones y experiencias que se vivan y eso se ve que lo estáis haciendo perfecto 🙂 Un abrazo guapa 🙂