Quitándole la virginidad
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Relato erótico: Quitándole la virginidad a una chica

Este relato ha sido enviado por un lector del blog de manera anonima. Aquí nos comparte su experiencia teniendo relaciones por primera vez con una chica mucha más joven que el y virgen.

Recuerda que si te gusta este relato puedes compartirlo en las redes sociales con el hashtag #SábadoErótico.

Esta historia comienza cuando estaba en el primer año de universidad. Como todo universitario joven siempre estaba pensando en ser un buen profesional y tener la mayor cantidad de sexo posible, además de obtener un buen record de cuántas mujeres podría llevarme a la cama.

Conocí una chica de 15 años, una mujer hermosa estatura 1.62 cm, cabello negro largo, ojos azules, una boquita pequeña, grandes pechos para su edad, piernas delgadas y una buena cola.

Me impactó desde el momento en que la vi, y aquí es donde digo que nunca cumplimos lo que venimos a realizar pues a ella la quería no para estar en la cama, sino para tener algo serio.

Fue todo un proceso poder conseguir su nombre “Carolina” y pasaron días para que me hablara. Cuando lo conseguí la invité a cine y aceptó, me dije aquí puede ser para entablar una buena relación.

Pues si señores así pasó y en tan solo 3 salidas era como si nos conociéramos de toda la vida, y nos hicimos novios.

No lo podía creer, que tan majestuosa belleza estuviese saliendo conmigo. Está bien que era más joven que yo, pero tan solo por 3 años.

A los días me empezó a preguntar sobre mi vida sexual, ¿Con cuántas mujeres había estado?, ¿Qué sentía al hacer el amor? en fin, me confesó que no había tenido sexo con nadie y quería que yo fuera el primero.

En ese entonces era un privilegio para uno desvirgar una hermosa mujer.

El día en el que íbamos a estar juntos ella vestía una blusa muy escotada y un pantalón muy apretado que mostraba un enorme trasero.

No dejaba de ver sus pechos, era los más llamativo exteriormente. Ella me propuso ir a su casa aprovechando que sus padres no estaban en la ciudad.

Al llegar a su casa y cerrar la puerta ella empezó a besarme apasionadamente tocándome mi pecho y la entrepierna.

Yo le toca sus pechos excitándonos muchos más.

La respiración fue aumentado, empezó a quitarme la camisa y besarme todo el pecho, yo también le quite su blusa y empecé a besar sus tetas y con mis manos pellizcaba sus pezones que ya estaban erectos por la excitación, besándonos así con más pasión.

Ella empezó a frotarme su mano por encima del pantalón, me lo desabrochó y me quitó todo de una.

La tenía ya dura y empezó a masturbarme con sus manos y su boca. Me empezó a dar besitos y lamérmela de arriba hacia abajo, se la iba metiendo poco a poco en su boca, cada vez más profunda, me tenía respirando fuerte.

La agarré del cabello y la atraje hacia mí, sentía ya unas palpitaciones y ella empezó con más fuerza a chupármela. Sentía como salía y ella lo recibía todo en su boca.

Al terminar se paró y me dio un beso largo.

La empujé a la cama y empecé a besar sus pechos y todo su cuerpo. Le bajé los pantalones y le quite esa tanguita que tenía muy acorde para la ocasión.

Abrí sus piernas y comencé a besar su vagina que ya estaba bien mojadita. Con mi lengua recorrí toda su vagina llegando a su clítoris, empecé a chuparla y besarla, mientras veía que sentía tanto placer, frotaba mis dedos con sus labios y su clítoris con mucho cuidado, no quería dañar tanta belleza interna con mis dedos.

Volvió y me masajeó para dejármela nuevamente dura, me pidió que se la metiera, la puse boca arriba abrí sus piernas y me dijo que fuera despacio. La tranquilicé y poco a poco la fui penetrando, encontré un poco de resistencia y con un poco más de fuerza la metí toda.

Ella grito del dolor.

Me quedé un momento quieto, para que se acostumbrara, luego empecé a moverme suave y poco a poco fue más rápido y fuerte, entre gemidos me decía que le gustaba, y yo solo podía sentir todo apretadito.

Luego la puse en cuatro y ella lo disfrutó mucho más, lo metía y lo sacaba más rápido, ella solo gemía y daba gritos de tanto placer, entre más gemía más rápido lo hacía y a ella le encantaba.

A punto de venirme le dije a ella que me saldría para botarla fuera, ella me dijo que no, que lo quería sentir adentro “¿estas segura?” le dije.

Ella respondió “si lo quiero recibir, quiero sentirte adentro.” Seguí más rápido con la certeza que todo iba llegar adentro, ya sentía mi cuerpo cansado y agradecido.

Cuando terminamos nos echamos en la cama y nos dimos un beso muy tierno, descansamos un rato y esas horas que estuvimos ahí lo hicimos dos veces más.

Al irnos nos dimos cuenta que en la cama de ella había un poco de sangre, era la muestra que ella perdió su virginidad. Desaparecimos las pruebas de su casa, para que sus padres no se dieran cuenta de lo sucedido y desde entonces disfrutamos de buen sexo cada que tenemos la posibilidad.

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10 comentarios

    1. Pero sobre todo hay que ser muy responsable con uno y con la otra persona y saber protegerse es una parte importante de toda relación. Así que ojo… Por más virgen que sea no hay que hacerle daño 🙂

  1. Pues esta virgen estaba muy aletosa , por poco y el que resulta violado es otro, se supone que no sabía nada de nada y eso de llegar y quitarle la ropa y lo demàs, deja muy mal paradas a las vìrgenes, ya no las hacen como antes.

  2. Un relato muy interesante, es cierto que hoy en día las mujeres somos incluso mas lanzadas que los hombres, estos dos personajes de la historia ya querían era pero consumirlo desde antes, la virginidad hoy en día ya no tiene valor para muchas.

  3. Interesante, tuve la fortuna de ser bien caliente cuando era mas joven y eso me permitió desvirginar, a lo menos 5 cada caso fue muy diferente y las sensaciones mías y las de ellas también, una de ellas lloro mucho y decía que le mentí ya que no dolía solo la primera vez.

  4. Me exito leyendo la historia, es muy buena, soy una persona que me gusta mucho los relatos como éste, también masoquismo, lesbianismo, sexo rudo, mucho agresividad, que sean muy explícito todos los detalles eso me calienta mucho,,, mmmm. Me gustaría en algún momento compartir una de mis tantas experiencias que tuve, estoy segura que más de alguna se divertiria leyendo la.

    1. Hola Jane, muchas gracias por tu mensaje. Nos alegra que te haya gustado este relato. Si quieres enviarnos uno tuyo, estaremos encantados de leerlo y compartirlo. Si necesitas ayuda para la redacción también te ayudamos. Un abrazo 🙂