La vagina
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Secreciones vaginales

“Una vagina húmeda es una vagina sana. Esto es cierto, pero en buena medida sigue siendo ignorado este hecho vital. Para la mayoría de las mujeres las secreciones vaginales y las manchas en la ropa interior son signos de falta de limpieza y provocan una considerable vergüenza”.

Las secreciones vaginales son la forma natural en que el cuerpo limpia, lubrica y protege la vagina contra las infecciones. Como la boca y el ano, la vagina es una membrana mucosa que constantemente exuda y reemplaza sus células, expulsándolas del cuerpo mediante una secreción.

Antes de que una mujer empiece a hablar del problema de las secreciones debe ser consciente de sus secreciones vaginales normales y de la forma en que se relacionan con su ciclo menstrual.

En torno al momento de la ovulación las secreciones vaginales se tornan más húmedas y livianas y unas veinticuatro horas antes de ovular muchas mujeres advierten que su “mucus” vaginal es claro y filamentoso.

Este cambio en la secreción facilita la supervivencia del esperma en la vagina y también ayuda a su movimiento ascendente a través del “OS” (el agujero de la cerviz que conduce al útero), aumentando la probabilidad de fertilización.

Aunque las glándulas de Bartolini producen unas pocas gotas de fluido cuando una mujer se siente excitada, la fuente principal de lubricación es el exudado, gotas de humedad que aparecen en las paredes vaginales.

La causa reside en los vasos sanguíneos de la zona, que se hinchan de sangre como resultado de la excitación.

Las mujeres empiezan a producir secreciones vaginales hacia el comienzo de la pubertad cuando los ovarios empiezan a fabricar hormonas femeninas. Es probable que resulte anormal cualquier secreción intensa enchivas que todavía no han llegado a la adolescencia y deberán ser reconocidas por un medico.

La menopausia como la pubertad, es una época de alteraciones hormonales, durante la menopausia el cuerpo de una mujer empieza a producir cantidades mucho mas reducidas de hormonas femeninas. Esa situación afecta frecuentemente a la vagina, tornándola seca y poco elástica, especialmente en las ultimas fases de la menopausia.

Las zonas cálidas, sudadas y cerradas son los mejores terrenos de cultivo para bacterias y virus y la moda moderna crea a menudo estas condiciones: las bragas de nylon que no permiten respirar a la piel y los pantalones muy ceñidos, que aumentan el sudor, causan pequeñas heridas y crecen las posibilidades de infección y las secreciones anormales.

Una secreción anormal es extraordinariamente intensa, posee un color y una inconsistencia inhabituales, provoca mal olor y puede causar una irritación vaginal o llagas.

Las secreciones pueden ser resultadas de un mal contraído en el coito con una persona infectada (enfermedad transmitida sexualmente), o de una defectuosa higiene personal, olvidar retirar un tampón, utilización de jabones aromatizados etc.

Un lavado y una inspección regular de los genitales les contribuyen a prevenir la infección.

El lavado es especialmente importante antes del contacto sexual, pero es preciso evitar el jabón aromatizado y el agua caliente. Si una mujer es proclive a los hongos o si tiene ya alguna otra infección debe lavarse con agua fría.

El secarse la vulva de delante a atrás, después de haber ido al baño, contribuye que bacterias nocivas procedentes del ano contaminen la vagina, durante la menstruación habrá de extremar la higiene personal.

Las secreciones vaginales no son algo de que avergonzarse, casi todas las mujeres sufren algún problema de este tipo en un momento determinado de su vida.

Por consiguiente, si usted no tiene la seguridad de que su secreción es normal y, aunque sepa de qué se trata, siempre vale la pena acudir inmediatamente al médico.

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