Autoplacer la cruda realidad
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Vanidad o realidad: ¿Aceptas tu cuerpo?

Recuerda que estamos trabajando en una nueva relación contigo misma, así que siguiendo con los artículos sobre: Aceptar nuestro cuerpo, hoy voy a hablarte sobre un tema que nos preocupa a todas y que en estos momentos se encuentra de moda: el peso.

¿Pero eso que tiene que ver con la vanidad? te estarás preguntando. Pues tienen que ver y mucho. Así que toma nota, también voy a hablar de las cirugías plásticas para mejorar ciertas partes de nuestro cuerpo y por ahí derecho, hablaré sobre el por qué debemos hacer ejercicio, la buena alimentación y por último tocaré levemente el tema de los cuerpos perfectos.

Como ya te he dicho antes, estos artículos no son una ciencia exacta, no son un estudio avanzado, ni nada por el estilo. Es una opinión personal, basada en lo que he visto, leído y aprendido en mi vida.

Así que si te sientes identificada con lo que lees, genial, pero si estás en contra de lo que aquí vas a encontrar, también me gustaría conocer tu opinión.

La vanidad

Lo primero que vamos a hacer es evaluar tu nivel de vanidad o la carencia de ella, así que veamos estos supuestos:

  • ¿Alguna vez te has preguntado qué tan vanidosa eres? ¿Crees que el hecho de que te demores una hora, o más, alistandote, para salir es lo normal. Es lo necesario?
  • ¿Es más importante para ti la apariencia física que cultivar tu espíritu y compartir con tus seres queridos?
  • ¿Nunca te has puesto a pensar que todo el tiempo y el dinero que inviertes en «verte bien» lo podrías estar invirtiendo en otras cosas más beneficiosas o productivas?

Tal vez, eres de aquellas a quienes la apariencia le importa poco y hasta pensar en bañarte todos los días es un gasto innecesario de recursos y tiempo.

  • Eres de las que se pone lo primero que encuentra y nunca se mira al espejo, porque te importa poco lo que piensen de ti los demás.
  • Tener la ropa limpia y una aseo personal básico no son tus prioridades y entre más «natural» seas mejor para ti y para el mundo que te rodea.
  • Estás totalmente en contra de las cirugías, dietas y hasta de los espejos y ni que decir de la imagen perfecta que te venden los medios de comunicación.

Puede que seas de las que tu apariencia es importante, sobre todo, porque lo que realmente te interesa es lo que los otros opinan de ti.

  • Tu autoestima es tan delicada, que intentas cuidar tu forma de vestir, de alimentarte, al punto de la exageración.
  • Cuando te miras al espejo, sigues sin estar a gusto con lo que ves y cualquier critica que te hagan marca mucho cómo te sentirás durante el día o hasta mucho más allá de eso.
  • Aprecias un cuerpo sano, que hace ejercicios de vez en cuanto sin matarse, que come bien y que en general es vanidosa, sobre todo para sentirse bien consigo misma, más que para impresionar y verse bien para los demás.

Primero que todo, pienso que cualquier extremo no es sano.

De hecho, en muchas religiones la vanidad es considerada mala; y en la religión cristiana es un pecado capital.

Sea que creas o no en una religión, es importante recordar que la vanidad no es que sea mala, lo malo es depender de la aceptación de los demás para sentirnos bien con nosotras mismas o ser tan vanidosos que nos volvamos narcisistas, materialistas y olvidemos otras cosas que son más importantes.

No sé cómo marcarte la línea que divide ambos mundos, pero creo que eso lo deberás identificar tú con un profundo auto-conocimiento. Con un trabajo y una relación contigo misma que te ayude a diferenciar en qué línea de la división te encuentras.

A mi me gusta lo que dijo el escritor americano Mason Cooley al respecto: La vanidad bien alimentada es benévola, una vanidad hambrienta es déspota.

Eso no quiere decir que debes ser vanidosa hasta el extremo, o no serlo para nada. Es manejar una vanidad sana.

Así pues, te invito a que revises qué tipo de vanidad manejas y sobre todo, sigue leyendo porque tal vez más adelante descubras que tu vanidad o la falta de ella requiere un poquito de trabajo y que no eres la única que la padece.

¿Qué tan importante es nuestro peso?

Por más que digas que estás conforme con tu peso, la verdad es que muchas mujeres no están conformes con su peso.

Dime si alguna vez has escuchado expresiones como las siguientes en amigas o conocidas delgadas:

  • «Estoy haciendo una dieta para bajar de peso»
  • «Por más que hago ejercicio, no logro bajar de peso»
  • «Estoy muy gorda»

Y en amigas con sobrepeso frases como:

  • «Yo no hago dieta, porque aguantar hambre no es lo mío»
  • «Me gustaría adelgazar, sin tener que cambiar mi estilo de vida»

O expresiones entre las que están «conformes»: «Mira qué cuerpo tan bonito tienes, eso es porque no has tenido hijos, espera no más».

Bueno son expresiones exageradas algunas, otras muy reales.

La cosa es que todas ellas, en algún sentido reflejan un problema con el peso y es que el que diga que no se preocupa por él, creo que miente de alguna manera.

Yo les cuento, que siempre me mantuve en menos de 50 kilos. Hubo una época en que llegué a pesar 43 kilos. Fue durísimo para mi y subí gracias al ejercicio constante y buena alimentación, hasta llegar de nuevo a los 49 kilos. Eso fue hace más de una década.

Por bastante tiempo me mantuve en ese peso «ideal». Pero las cosas han cambiado, la «buena vida», la falta de ejercicio y sobre todo el trabajar desde casa han hecho que llegue a pesar 54 kilos.

Al menos ese era mi peso cuando salí de Colombia a principios del 2013. Pero a la fecha estoy en 58 kilos. Sí, es preocupante, mucha gente dice que cuando viajas bajas gracias a los cambios y las preocupaciones, pero en mi caso lo que he hecho es subir, yo calculo que unos dos kilos en estos dos meses, la verdad no sé cuál será el motivo, porque lo cierto es que me siento más «ligera» y con menos barriga, pero así son las cosas.

No les diré mentiras, a mi me preocupa mi peso.

No hasta el punto de obsesionarme, pero sí al punto de buscar la manera de controlarlo y ojalá bajar a mis cómodos 50 kilos. Tampoco les diré que lo pondré como un propósito del año, porque les mentiría, tengo cosas más importantes en mente, pero sí cambiaré algunas costumbres y si con ellas logro bajar de peso, pues yo encantada.

Volviendo al tema y dejando lo personal. Es cierto que hay personas que viven muy obsesionadas con el tema del peso.

Sí, seguro las has visto por televisión o tal vez conozcas a alguien con un problema de esos.

Siempre se ven gordas, por más delgadas que estén. Si están muy gordas no pueden evitar seguir comiendo y deprimirse constantemente. Precisamente por su sobrepeso.

A veces, no sabes qué hacer con una amiga o familiar así. Es de esas cosas en las que quieres ayudar y seguro tienes la mejor intención, pero no hay palabras, ni acciones que realmente ayuden a una persona con un problema obsesivo con su peso.

Es importante que esa persona reconozca el problema y busque ayuda psicológica, porque muchas veces esos problemas son más de la cabeza que del propio cuerpo, y es importante que cada quien encuentre la manera de buscar ayuda y de trabajar el tema, porque entre más obsesionada estés, más difícil es que estés contenta con tu cuerpo.

Dicen, los que saben, que el peso ideal o saludable se mide teniendo en cuenta tú índice de masa corporal (IMC), que se calcula tomando el valor de tu peso y el de tu estatura.

Te recomiendo buscar en la web una herramienta que te ayude a saber si te encuentras en un peso saludable o no (hay muchas, hoy en día).

Resulta que yo, aunque estoy 8 kilos por encima de mi «peso ideal» tengo un peso normal. Dicen que mi peso ideal se mantiene entre 46 y 58 kilos. Pesar menos es malo y pesar más también lo es. Así que debo intentar no subir o bajar.

Ya sabes, obsesionarte con el peso no es bueno, pero sería interesante saber cómo te encuentras al respecto y cuidarte. La salud es siempre importante.  

Cirugías para verte mejor

Muchas personas al no poder con el ejercicio y la buena alimentación, o sencillamente porque es más rápido, optan por una cirugía que ponga las cosas en su sitio y eso las hace sentir mejor.

Sin embargo, la pregunta más importante es ¿Cuándo es el mejor momento para hacerte un arreglo? ¿Por qué cada vez son más las personas que quieren arreglarse algo en su cuerpo por medio de una cirugía?

Les diré con respecto a la primera pregunta, que para mí, el mejor momento es cuando tu salud está en riesgo.

No la salud mental, no esa necesidad de querer que te acepten y ser hermosa para los demás. Ese no es el mejor momento. El mejor momento es cuando no hay de otra y prácticamente tu salud física o mental corre peligro si no te haces un pequeño ajuste.

Cada vez más personas quieren hacerse arreglos, porque la publicidad y muchos anuncios (tanto en televisión, como en revistas y otros medios) nos muestran cuerpos perfectos.

Cuerpos que son más apetecibles para muchos, pero que difícilmente la mayoría de la población tiene.

Unos cuerpos «artificiales», pero que son el ideal de muchas personas y es ahí cuando los cirujanos más trabajo tienen, pues hay personas fáciles de manipular y que requieren un cambio en su cuerpo para que así sea más rápida la aceptación de las personas a las que quiere impresionar.

Es triste, que para que te acepten en un circulo social tengas que cambiar tu aspecto y prácticamente ser otra persona.

Sin embargo, también entra en juego la ambición y el que para muchas mujeres la belleza física sea más importante que la belleza interior. Así parezca increíble.

No sé si recuerdan el libro o la novela que se llama: «Sin tetas no hay paraíso» una historia cruda y dura sobre una chica que tenía pocas tetas y veía que sus amigas eran «más populares» entre más talla de sujetador tuvieran.

Así que decidió operarse a como diera lugar para encajar en el circulo de sus amigas y tener la vida que siempre quiso, fuera de su barrio y con mejores cosas.

Pensaba que eso era la felicidad y la manera de conseguirlo sería gracias a sus tetas.
Como esta chica hay miles de mujeres que creen que si una parte de su cuerpo es «hermosa» y apetecible para otros, puede darle la llave a esa puerta que tanto quiere cruzar.

Otro extremo son las personas que se vuelven adictas a las cirugías. Porque existen. Mujeres y hombres que cada día encuentran un desperfecto en su cuerpo y quieren pasar por el bisturí para mejorarlo.

Me recuerda un capítulo de Castle donde una de las personas que era sospechosa se había hecho tantas operaciones que parecía un monstruo, pues su cara y su cuerpo habían sido tan manipulados que ya nada en ella era real y todo porque siempre veía algo que no le gustaba y era necesario arreglar y mejorar.

De momento no hay nadie cercano a mi con esos extremos, pero sí he visto mucha televisión y algunos casos son realmente para asustarse.

Con esto no quiero decir que las cirugías sean malas, que no deberían existir, o que no deberías hacerte una si eso es lo que quieres y necesitas en tu vida.

Hay muchas personas que requieren cirugías estéticas, no solamente para verse bien, sino porque no son ellas cuando se miran al espejo.

Suena raro, lo es, pero es así. Tal vez algún día hable de ellas.

Así que no tomes a mal mi razonamiento, creo que tal como estás en este momento eres hermosa. No estas a gusto con tu peso, con tus curvas o carencia de ellas, con tu rostro, cabello, brazos, piernas, culo, etc. Es lo normal, pero debes trabajar la aceptación, hacer ejercicio y empezar a quererte como eres.

Recuerdas a Bridget Jones, bueno ella no era la gran mamacita y era bastante patosa, pero eso no era impedimento para que fuera divertida, inteligente y consiguiera un buen trabajo y tuviera de novio a un bombón.

Ejercicio y alimentación sana ¿ayudan a tener el cuerpo de nuestros sueños?

Es lo que todas aquellas que hemos tenido problemas con el peso o con alguna parte de nuestro cuerpo nos preguntamos.

Buscando la receta perfecta entre alimentación y ejercicio para tener el cuerpo soñado.

Es verdad que no es fácil y más cuando hay tantas cosas ricas para comer. Cuando es tan cómodo quedarte en casa viendo una película, navegando en Internet o leyendo un libro que salir a caminar, correr, nadar o ir al Gym.

Lo sé, te comprendo. No es sencillo, no es my apetecible pero yo que le huyo a las cirugías es la mejor manera de llegar a dónde quiero estar. Así que te invito a que juntas lo intentemos.

Te preguntas ¿Cómo? yo también lo hago. Pero no te preocupes, encontraremos la manera.

Con respecto a la alimentación, existen muchas «dietas» y sobre todo muchos «trucos», que funcionan para unas personas, pero para otras no tanto.

Así que mi recomendación al respecto es cuidarte con el tema de las harinas, sobre todo en la noche, ya que se supone que nuestro organismo es más perezoso en horas nocturnas.

También es cierto que debemos cuidar los dulces, porque comer en exceso no es bueno para nuestro organismo. Así mismo pasa con los fritos. La comida re-frita no es sana y no le cae muy bien a tu cuerpo.

Comer verduras, frutas; tomar mucha agua y sobre todo hacer ejercicio. Eso realmente funciona.

Yo como frutas en la mañana, a veces algún batido de frutas y verduras, eso me ayuda a tener mucha energía. Sin embargo, cuando viajas es más complicado hacerlo, pero si eres afortunada puedes encontrar una frutería donde hagan batidos, pues cada vez están más de moda.

Y no creas que son malucos, por el contrario son bastante ricos y muy nutritivos, yo los recomiendo.

Las verduras, me encantan. Al principio no tanto y cuando mi pareja se puso en plan vegetariano y las verduras eran obligatorias en nuestra compra. Se volvió indispensable para mi aprender a cocinarlas y sobre todo comerlas con cierta regularidad, hasta el punto que hoy en día me hace falta cuando llevo días sin comerlas.

Las ensaladas son un buen acompañante, son sanas, nutritivas y muy ricas, así que empieza a incluirlas en tu repertorio de comidas.

Tomar agua siempre lo recomiendan y aunque puede que su sabor a «nada» no nos guste, con el tiempo te acostumbras y es bueno para tu organismo.

Hay muchas formas de tener una alimentación sana, yo la verdad no sigo ningún parámetro.

He dejado las carnes rojas, pero me encanta la comida de mar y aún como pollo de vez en cuando. Como mucha ensalada y verduras, pero también me como una pizza de vez en cuando o una hamburguesa de pollo cuando tengo antojos.

No soy de postres, dulces y esas cosas, pero a veces me antojo y los como sin problema, ni remordimiento.

Tomo mucha agua, pero creo que a veces no tanta como debería.

No hago dietas, no vivo pendiente de mi peso, pero me preocupo por comer de manera sana. Intento moverme, porque el estar sentada todo el tiempo hace que tenga mis caderas grandes, así que de mi depende que no crezcan más 🙂

Si haces dieta y no te funciona, recuerda que no todos los organismos son iguales, así que no te desanimes a la primera. Trata de cuidar lo que comes, alimentate bien y trata de no hacer lo que todo el mundo hace.

No todas somos iguales y por ello no todo nos funciona igual. Así que ánimo.

En cuanto al ejercicio, no veo necesario tener que meterte al gimnasio todos los días para estar en forma, con que tengas la disciplina para caminar todos los días, salir a correr, nadar, montar en bicicleta, hacer yoga, aeróbicos o cualquier actividad física durante una hora al día creo que es más que suficiente.

Hay personas que dicen que 30 minutos es a penas, yo creo que no. Una hora debe ser lo mínimo que le dedicas a tu salud física. Eso sí, debes hacerlo todos los días, sin importar el clima que este haciendo, así tengas mucho trabajo o tengas la menstruación. Lo importante es la constancia, eso es lo que realmente ayuda.

La importancia de un cuerpo 10

La televisión nos vende bastante las mujeres y los hombres 10. Esas personas que tienen un cuerpo perfecto, curvas envidiables y son tan hermosos que duele hasta verles.

Si te pones a detallar a tu actriz, actor, modelo, cantante favorito, te puedes llevar más de una sorpresa. Muchas pueden haber tenido algún problema de sobrepeso, problemas de salud, muchas operaciones, falta de cuidados, etc.

Las modas pasan, los años siguen avanzando, así que está bien mirar modelos, pero no seguirlos al pie de la letra, porque, lo dicho, no todos somos iguales y a veces lo que funciona para unas, no funciona para todas.

El cuerpo perfecto no existe. Así como hay mujeres con las medidas perfectas, hay otras tan delgadas que da miedo que en cualquier momento un fuerte viento las «desbarate» y hay otras que son tan gordas que da miedo pensar qué pasaría si se te cae encima, porque puede matarte por el golpe.

Lo cierto y la verdad es que cada quien debería disfrutar de su cuerpo, de sus atributos y empezar por aceptarse. Ese es el primer paso para un cambio.

Hay hombres que disfrutan y les encantan las mujeres gordas. Así como hay personas que solamente disfrutan con otras que tengan un cuerpo perfecto: sean altas, esbeltas y guapas.

Esa no es la realidad de todo el mundo y cuando ves a un feo con una mujer guapa o a una mujer fea con un hombre guapo y te preguntas si es que está con él/ella por su dinero, por qué no te preguntas si está con él/ella solamente por que es genial, la hace sentir especial y es maravillosa.

No todo se reduce a lo que tengo materialmente, a veces la vida es mucho más.

Sé que debí hablarte más del tema y de la importancia de cuidar tu cuerpo, de no preocuparte por tu apariencia, de dejar de compararte con la modelo o la actriz más pinta.

Cuídate e intenta alimentarte bien, deja de vivir pendiente del qué dirán y de otras personas. Si te aceptas y empieza a quererte será más fácil para ti descubrir tus cualidades, mejorarlas y trabajar en tus pequeños defectos.

No olvides que puedes comentar o mandarme un mensaje sobre lo que opinas.

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22 comentarios

  1. Churri!! No me dejó comentar desde el móvil…se me borró todo!¬.¬UU
    Muy bien enfocado y me encanta la mezcla de datos objetivos con la experiencia propia, mi próximo post del martes versará sobre esto también y te haré mención, que eres la maquina en este tema!!Yujuuu!!
    Un chuuuu muy grande, pelada!XDD

    1. Amiga ya me gustaría a mi poder ser una máquina y saber muchísimo más del tema 😉 Te agradezco tu comentario y estaré pendiente de lo que escribas, espero que ahí me deje comentar porque en el último definitivamente no pude 🙁

  2. ¡Qué necesario ampliar el conocimiento y la conciencia de nosotras mismas! ¡Qué imprescindible para nuestra salud mental y física tomar contacto con nuestras necesidades, deseos, emociones, capacidades, autoestima…! Requiere tomarnos la temperatura mental cada cuarto de hora. Requiere que elaboremos nuestro propio discurso (me temo que está al final del largo adiestramiento a que nos somete la sociedad para que respondamos a sus señales). Requiere amar el proceso y la lucha. Requiere ir al rescate de la niña que llevamos dentro. Entonces seremos como queremos ser, porque lo decidimos, porque lo encontramos saludable, porque tenemos grandes planes para nosotras y porque esa niña esperaba de su adulta la heroicidad de ser MUJER en el pleno sentido de la palabra. ¡Un abrazo, Diana bella!

    1. Me ha encantado tu comentario Marian y me quedo con «Requiere ir al rescate de la niña que llevamos dentro» porque es así, esa pequeña que está dentro de nosotras espera que de verdad la defendamos, que la aceptemos y queramos y muchas la han olvidado y es una gran pérdida 🙁

  3. Las dietas y la obsesión que tenemos por vernos mejor, nunca estamos conformes, siempre queremos más de algo que ya no se podrá conseguir, lo ideal es aceptarnos tal cual, yo pienso que mis gorditos son los que llaman la atención, claro que no a todas les sienta la barriguita.

  4. Hola Diana!! Qué temas tan bonitos has tratado…
    Tengo una opinión muy parecida a la tuya. Al final, todo se reduce a nuestra propia aceptación, por encima de todo. La belleza es tan sujetiva como los gustos musicales: a ti te puede gustar un estilo de música diferente a mí, pero la música, toda, despierta en las personas las mismas emociones. Igual pienso con la belleza: lo que te gusta a ti no tiene que ser lo mismo a que a mi, pero toda belleza despierta los mismos sentimientos.
    ¡¡El peso!! El peso parece nuestro mayor crítico, cuando no es más que una métrica, como los kilómetros y los litros. Tener como base una alimentación sana (y me atrevo a decir que TODAS conocemos cuales son las bases más importantes de una alimentación sana) y un ejercicio regular, el peso se convierte en una puñetera métrica.
    Hay que cuidar de nuestra salud, y la salud incluye el peso adecuado. Creo que la falta de salud nos impide desarrollarnos como personas, creo que es imprescindible para tener una vida plena y creo que es uno de nuestros bienes más preciados. También creo firmemente que cuando cuidas tu alimentación y ejercicio, tienes un peso acorde a tu edad, y a tu ritmo de vida.
    Para finalizar quiero decir que en mi opinión, reflejamos lo que llevamos dentro. Para mi, una persona que se asea, se cuida, se pone bella, es una persona que se respeta a sí misma, que no se deja aplastar por las circunstancias de la vida y que se atreve a sonreír a pesar de todo.
    Me ha encantado tu artículo : ) un beso!

    1. Gracias Pilar a mi me ha encantado tu comentario, muchas gracias por compartirnos tu opinión que me ha parecido súper acertada. Como dices el peso es solamente una metrica más y a la final está en nosotras aprender a vivir con lo que tenemos y amarnos y aceptarnos como somos 🙂

  5. Hola, Diana!
    Un artículo muy completo y realista. Por desgracia vivimos en una sociedad capitalista que nos ha creado muchos prejuicios respecto al aspecto físico que tenemos que tener y cuál es el ideal de mujer o hombre perfecto.
    Yo he aprendido a aceptarme tal como soy. Ya lo que me preocupa realmente es estar sana, andar cada día para mejorar mi circulación y hacer algo de yoga que me ayuda a quitarme el estrés del trabajo y relajar mi musculación.
    Es cierto, que soy vegetariana, pero no estricta ya que como huevos y algo de lácteos. Incluso a veces, tomo pechuga de pavo pero poco. Lo soy por salud y porque nunca me ha gustado realmente, la carne y el pescado. Además, tengo familiares que son nutricionistas y conozco los beneficios de este tipo de dietas. Así como, que si a la larga se abusa de las proteínas cárnicas existen problemas de salud que perjudican al hígado.
    Sé que la esencia está en comer de todo y realizar adecuadamente la tabla de alimentación (muchas frutas y verduras en la dieta, y no abusar de las grasas). Así como realizar ejercicio porque podemos comer muy bien, pero sino nos movemos a la larga surgirán problemas en musculación, articulaciones, etc.
    Muchas gracias por el contenido.

  6. Vaya Diana creo que cortaste bastante tela en este post y de seguro te quedó mucha más por cortar, es un tema dispendioso, extenso y que da para muchas vertientes. Por mi parte el peso ha sido un problema que me ha perseguido toda la vida, por mi estatura y contextura debo pesar unos 65 kilos, pero tengo en este momento 10 kilos de más, lo cual es algo que ocupa muchas veces parte de mi preocupación corporal porque nunca he podido llegar a ese peso ideal en el que debería estar.
    En cuanto a la vanidad, creo que todas somos un poquito vanidosas, dentro de todos los tipos de vanidades que has mencionado, creo que me quedo con unas dos o tres, pero sin llegar al extremo ni creerme que vivir de la apariencia es la única forma de vivir, porque es algo que desgasta bastante, uno puede parecer muy hermosa por fuera pero llevar un gran vacío por dentro sin saber cómo llenarlo, pienso que hay que hacer un equilibrio, cuidar lo de afuera pero resguardar por encima de todo lo que hay adentro porque definitivamente la belleza interior es una perfecta proyección de la belleza que llevamos afuera.
    ¡Un gran post como siempre!

    1. Muy de acuerdo guapa, la belleza interior ayuda mucho a cómo nos vemos fuera o cómo nos ven los demás, por eso algunas mujeres que no son tan «guapas» según los estandares son tan llamativas para muchos hombres, porque logran cautivar con otro tipo de atractivo: seguridad en si mismas 🙂

  7. Como cuesta controlar lo que se come! No soy muy vanidosa en cuanto a estar horas frente al espejo, soy bastante dejada en eso, soy más de salir a la calle casi sin arreglarme… pero hace un tiempo empecé a subir de peso y eso si que es algo que me pone muuuuyyy mal… Por lo general mi peso rondaba por los 63/64 y ahora ya peso 70! Y me siento mal… me falta el aire y me duelen las rodillas, es mas una cuestión de salud…. y de no aceptar mi pancita…. Es que de verdad quiero volver a sentirme bien con mi peso…
    Besos bella….

  8. Guapa, menudo post educativo nos traes. En un momento de vida conocí la vanidad, adolescente y creyendo que las cosas de la vida solo era lo material. Yo también estoy en esa lucha de regresar a mi peso de antes, pero creo que es una tarea un poco difícil, cuando nuestro cuerpo cambia a más kilos el proceso es muy diferente.
    Aceptar nuestro cuerpo cuando ha pasado por mucho cambio cuesta, pero aquí es donde radica el amor propio, aceptar lo que somos físicamente es aceptarnos como seres de cambios.
    Que divino es leer y aprender contigo.
    Saludos.

    1. Guapa, la juventud es una etapa que nos ha marcado a todas de alguna manera, porque no es fácil asumir que nuestro cuerpo cambia, para bien o para mal. Muchas gracias por tu comentario y es cierto hay que trabajar el amor propio cada día, aceptarnos no es sencillo pero cuando lo logramos es maravilloso 🙂

  9. Estoy de acuerdo contigo en varias cosas Diana, pero por encima de todo en lo de que todos los extremos son malos. El depender de un estereotipo para poder sentirse a gusto consigo misma suena esclavizante! Fui entrenadora personal por varios años y me costaba un mundo hacer entender a la gente que 1) el hacer ejercicio solamente por el aspecto físico no es ideal (porque no dura) y 2) que tiene que ser un hábito (lo que sea que se elija) no una excepción o un castigo. Nosotros también comemos como vegetarianos por lo general y eso ha ayudado mucho a sentirnos bien! Saludos!

    1. Guapa muy cierto, hacer ejercicio para tener un cuerpo perfecto es algo que no le funciona a todo el mundo y que cuesta más que crear un buen hábito de salud, me parece a mi. El tema es que hagas lo que hagas deberías estar feliz en tu propia piel, ese debería ser el centro de tu felicidad o al menos el que te ayude a ser mejor cada día 🙂

  10. Hola wapa! Muy buen tema el que tratas.
    Soy del parecer que cuerpo y mente van de la mano. Es decir, que si estamos en equilibrio mentalmente se nota en el cuerpo y a la inversa.
    Hay personas que cuiden su cuerpo llegando a la vanidad, y otros simplemente una vía más como cualquier otra para llegar al equilibrio mental; cuando te sientes bien por fuera, también te sientes mejor por dentro.
    Aunque soy de parecer que no es necesario para ello recurrir a cirugía, excepto casos muy puntuales.
    Un abrazo.

    1. Estoy muy de acuerdo con tu comentario Yolanda, aceptar nuestro cuerpo debería ser materia obligada, porque nadie es perfecto y a pesar de ello, ya somos perfectas lo que pasa es que nos han vendido una perfección que no es real y es la que todas queremos seguir y es una pena 🙁

  11. Ay, amiga! No sabes lo mucho que tu artículo me ha hecho pensar en una situación que viví hace varios meses.
    Resulta que decidí compartir un viaje a Galicia con una amiga. Por lo general, cuando viajo, intento vestirme con ropa cómoda y centrarme en disfrutar del momento y de todo lo que el lugar de destino pueda ofrecerme.
    Viajé a Galicia a principios de enero, haciendo un frío que pelaba y pillé un tiempo literalmente gallego. Lluvia a mares, muchísimo viento, tormenta… Vamos, que el tiempo no invitaba precisamente a ir a la peluquería porque tu peinado te iba a durar como máximo un minuto y medio.
    Pues bien, no recuerdo haber vivido jamás unas situaciones tan desesperantes. Mi compañera de viaje necesitaba cada mañana y cada tarde antes de salir una hora y media para arreglarse.
    No amiga, eso no es para mí. Me parece fenomenal que haya chicas coquetas que mimen su autoestima y quieran verse guapas, pero… Todo tiene un límite.
    Desde mi punto de vista dedicar más de 40 minutos a plancharse el pelo cuando ahí fuera los truenos y el viento son capaces de romper cuatro paraguas en dos días no tiene sentido alguno. Dicho de otro modo, no me parece realista ni normal.
    Que sí, ya sé, el dicho dice «antes muerta que sencilla». Pues yo, amiga, me quedo con mi coleta y mi paraguas, y me pongo mi viaje por montera!!
    Un abrazo! Y gracias por plantear esta magnífica reflexión!
    Ali

    1. jajaja me has hecho reír porque yo he estado también en la misma situación, hay personas que son tan vanidosas que no les importa nada simplemente verse bien, así les dure un segundo, es como una gran falta de confianza que se llena con un poquito de reafirmación que dura unos segundos, pero que las hace sentir bien. Es una pena porque se están perdiendo tantas cosas que es bastante triste, yo la verdad para viajar con una persona así es que no podría, me daría mucho desespero jajaja 😀