¿El sexo es sinónimo de censura?

Cuando se habla de sexo, se piensa inmediatamente en la censura.

Porque muchas veces se piensa en que el sexo es malo. Que la mayoría de cosas interesantes están censuradas.

Por eso todo lo que sea sexo es sinonimo de censura muchas veces.

Pensamos en todo lo que está prohibido ver, escuchar, tener, desear o sentir.

Olvidando que en la mayoría de casos eso que se censura lo único que hace es incitar y volver las cosas un poco más provocativas e interesantes.

No estoy de acuerdo y mucho menos pienso que el sexo es sinónimo de censura.

Por el contrario creo que, aunque todos hemos sido criados de manera diferente y pensamos cosas que pocas veces son igual a lo que piensan nuestros amigos, familia o pareja.

Lo cierto es que la censura que ha creado la Iglesia, que te han inculcado desde pequeño en la familia y la educación, así como algunos círculos sociales, es más por la ignorancia, desinformación y el temor a un cambio.

A algo que no se conoce o no se entiende y eso es lo que nos transmiten y nos enseñan cuando se censura.

Es cierto que hay mucha gente que abusa del tema,

Se pasa en sus comentarios o apreciaciones sobre el sexo.

Ya sea porque no sabe como darse a entender, es tímida en cuanto a lo que le gusta o desea saber,

Simplemente es ignorante en cuanto a las cosas que pasan entre un hombre y una mujer o cree que aquellos deseos o gustos que otros pueden tener son simplemente inapropiados y nada convencionales.

La censura maneja, en muchas ocasiones, una doble mora, se nos prohíben muchas cosas,

No nos dejan experimentar cuando somos pequeños y cuando crecemos creemos que todo es malo.

Que hay cosas que no se pueden hacer, decir o sentir.

Porque de alguna manera estamos “pecando” o podemos quedar en ridículo delante de nuestra familia, amigos o pareja.

Crecemos con temores, censurando todo y sobre todo teniéndole miedo a lo que no conocemos.

Esta censura hace que en muchas ocasiones nos reprimamos, nos traguemos todo.

Aceptando cosas que realmente no queremos o deseamos.

Olvidando que a veces lo mejor que podemos hacer es hablar, compartir, comunicar todo aquello que queremos, que necesitamos, que deseamos o que no nos gusta.

Porque el sexo no es malo.

Hablar de ello no es para sentir vergüenza, por el contrario es necesario quitarnos tantas ideas preconcebidas de nuestra cabeza y empezar a cuestionarnos.

A buscar información, a preguntar y sobre todo a hablar con nuestra pareja sobre todo aquello que queremos experimentar o que realmente no nos gusta.

Dejemos la doble moral, dejemos de censurar todo lo que no conocemos o nos han inculcado que es malo.

Investiguemos, preguntemos y con conocimiento de causa tengamos una posición frente a las cosas.

Pero no porque alguien nos dijo que era malo, o te lo prohibieron cuando eras pequeño sigues continuando con el patrón.

Si no más bien por tu experiencia, lo que has estudiado, investigado te ha dado el conocimiento necesario para poder juzgar algo.

Soy una partidaria de que cada persona debe experimentar en su propio cuerpo para poder decir si algo le gusta o no,

No olvidemos que todos podemos vivir la misma experiencia y tener reacciones diferentes.

Porque al fin y al cabo, no todos pensamos igual.

No somos iguales y eso que nos hace únicos es lo que nos ayuda a crecer, a aprender y darnos nuestra propia idea de la vida y las relaciones.