Donación Ovulos y Semen
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Donación de óvulos y semen: de tu decisión a un nuevo comienzo

Si has visto el documental El hombre de los 1.000 hijos en Netflix, seguramente te quedaste igual de impactada que yo.

Cuenta la historia de una persona que se pasó media vida donando su semen (según él, para ayudar a mujeres y familias que no podían tener hijos).

Sin embargo, su caso ha generado muchos problemas. Hay familias que lo han demandado para que deje de donar semen, al haber engendrado muchísimos más hijos de los permitidos por las leyes de reproducción asistida. Porque puede generar un problema de salud a nivel mundial.

Casos como este nos hacen reflexionar profundamente sobre los límites éticos, el consentimiento informado y el valor que tiene cada acto de donación de material genético.

Y justo por eso, hoy quiero hablarte de este tema y que juntas descubramos ¿qué pasa realmente con los óvulos y el semen una vez que son donados de forma ética y responsable?

Porque donar no es un acto frío o desconectado, como algunas personas piensan. Realmente Implica abrir la posibilidad de ayudar a otras personas a cumplir este sueño tan íntimo y profundo como es el tener un hijo.

Así que vamos a ver qué pasa realmente con esto.

El proceso de donación

Primero, es necesario tener presente que donar óvulos o semen no es simplemente «ir y dejar tu donación» en una clínica especializada que seguro podrás encontrar en tu ciudad o país.

Es importante buscar información en páginas especializadas, donde puedas encontrar incluso ayuda y apoyo sobre este tema, como es el caso de páginas como: Easydona. Esto puede ser importante para que así el proceso sea mucho más sencillo.

Ahora bien, una vez tengas claro que quiere donar y antes de llegar a ese punto, es necesario pasar por todo un proceso de evaluación médica. Con ello, se busca garantizar no solo la calidad del material genético; sino también la salud mental, física y emocional de quien dona. Y una vez superada la evaluación…

  • En los hombres, el proceso suele ser un poco más sencillo. Se solicita una muestra de semen, que luego es analizada minuciosamente para asegurarse de que los espermatozoides sean sanos, móviles y de buena morfología.
  • En el caso de las mujeres, la cosa es un poco más complicada. Por lo normal se requiere de tratamientos hormonales para estimular los ovarios, y luego una pequeña intervención quirúrgica para extraer los óvulos.

Muchas mujeres consultantes que han pasado por este proceso me han contado que, aunque puede ser físicamente exigente, también es profundamente gratificante.

¿Qué pasa justo después de la donación?

Una vez que el semen o los óvulos son obtenidos o extraídos, no se usan inmediatamente (salvo en casos muy especiales).

Resulta que primero, pasan por varios análisis y pruebas, como las siguientes:

  • Calidad genética: Se evalúa que no haya alteraciones cromosómicas evidentes.
  • Infecciones: Se descartan enfermedades transmisibles como VIH, hepatitis, sífilis, entre otras.
  • Compatibilidad: Se estudian características físicas, grupo sanguíneo y otros factores para poder encontrar el mejor “match” con las personas receptoras.

Es importante destacar que en muchos países, la legislación exige anonimato, eso quiere decir que ni la persona donante ni quién recibe sabrán la identidad del otro.

Esto es bueno porque protege a ambas partes, aunque también abre debates éticos muy interesantes, como lo que pasó con Jonathan Jacob Meijer y la cantidad de hijos que engendró.

la criopreservación o almacenamiento

Cuando los óvulos y el semen han pasado toda esa revisión y son considerados aptos para ser donados, se procede a su criopreservación o almacenamiento.

Esto significa que, tanto óvulos como semen se congelan a temperaturas extremadamente bajas (alrededor de -196 °C) usando nitrógeno líquido. Este proceso permite conservar las células durante años sin que pierdan su viabilidad.

¿Cómo se utilizan después en tratamientos de reproducción asistida?

Cuando una mujer o pareja necesitan ayuda para concebir y recurren a un banco de gametos (así es como se le llama técnicamente), se elige el óvulo o el semen más compatible según criterios médicos y a veces preferencias físicas o culturales.

Dependiendo del caso, se utilizan en procedimientos como:

  • Inseminación artificial: El semen se introduce directamente en el útero en el momento de la ovulación.
  • Fecundación in vitro (FIV): El óvulo se fertiliza en el laboratorio con el semen, y luego el embrión resultante se transfiere al útero.
  • Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI): Se inyecta un solo espermatozoide dentro del óvulo, una técnica usada en casos de fertilidad masculina severa.

Aquí se produce un pequeño milagro científico: un espermatozoide desconocido y un óvulo quizás anónimo, pero llenos de vida, se encuentran para dar inicio a una nueva vida humana, a qué es sencillamente impresionante a dónde hemos llegado y cuántos niños han nacido gracias a la ciencia.

Lo cual nos genera muchas más dudas éticas al respecto ¿No te parece?

¿Y Qué pasa si no se usa el óvulo o el semen?

No todos los óvulos o muestras de semen terminan siendo utilizados, por más que hayan pasado todas las pruebas y eso puede pasar porque:

  • Se destinen a investigación científica (si la persona donante ha dado su consentimiento, claro).
  • Sean descartados tras cierto tiempo, si la ley del país así lo establece.

Por eso, es fundamental que al donar, se firme un consentimiento informado claro y que se lea la letra pequeña del documento, donde se debe especificar qué se puede hacer con el material si no se usa para reproducción.

¿qué siente quien dona?

En Hablando de Sexo, varias personas me han compartido que la experiencia de donar puede ser muy transformadora.

Porque saber que, gracias a ti, alguien puede formar una familia, es una de esas cosas que conectan profundamente con el sentido de la vida. Ya sea porque tú no quieres tener familia o porque sabes que de esa manera puedes ayudar a otras personas.

Sin embargo, también pueden aparecer muchas dudas como: ¿Habrá alguien en el mundo con mis genes? ¿Cómo será? ¿Debería saberlo?

Estos pensamientos son absolutamente normales y por más que sabes, desde el principio que no lo vas a sacar, terminas pensando en ello de alguna manera.

Si te encuentras en esta situación, te recomiendo siempre buscar acompañamiento psicológico especializado en reproducción asistida, porque te puede venir bien la ayuda antes, durante y después del proceso, incluso.

donar es un acto de generosidad y responsabilidad

Donar óvulos o semen no es un trámite mecánico, ni se hace solo porque sí.

Es una decisión que implica el cuerpo, la mente y el corazón. Después de la donación, tus células son cuidadosamente estudiadas, protegidas y, eventualmente, utilizadas para dar vida a nuevos proyectos de familia.

Detrás de cada procedimiento que parece técnico, hay emociones, sueños, gratitud por parte de las personas que pueden hacer realidad el sueño de tener una familia.

Así que si alguna vez te has preguntado qué pasa después de donar, ahora sabes que tu regalo sigue su camino: protegido, valorado y esperando una familia especial para complementar.

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