El poder de la rutina: Cómo fortalecer la intimidad en las relaciones

Estos días he hablado mucho sobre la intimidad en la comunidad y en las redes sociales, y de la importancia de trabajarla en nuestras relaciones.

Porque resulta que estamos viendo un alto grado de desidia o desinterés en la conexión sincera que se genera gracias a la intimidad en las relaciones.

Estamos esperando que sea el otro el que se comunique. Nos excusamos en ya lo sabemos todo por una publicación en el WhatsApp, cuando lo que estamos haciendo es dejar de preguntar, de compartir y de interesarnos realmente por el otro.

¿Qué está pasando realmente?

Un caso de la vida real

Para que entremos en contexto, me gustaría que leyeras este texto que me llegó hace un par de días:

«Hace 15 años que estoy casado, y durante este tiempo, he sentido la necesidad de mantener viva la chispa en mi matrimonio y disfrutar plenamente de la vida sexual con mi esposa. Sin embargo, la comunicación y la intimidad en nuestra relación han sido un desafío constante.

A lo largo de los años, he desarrollado un alto interés por la sexualidad. He leído, investigado y buscado formas de enriquecer nuestra vida sexual. Pero desafortunadamente, no siento que mi esposa comparta la misma pasión por este aspecto de nuestra relación.

La falta de comunicación, tanto en el ámbito sexual como en otros aspectos de nuestra vida, ha llevado a problemas en nuestra relación. Hace un año incluso tuvimos una separación de 3 meses, y uno de los factores principales detrás de esta decisión fue la pésima relación sexual que teníamos.

Me esfuerzo por proponer, hablar, sugerir y expresar mis deseos, pero a menudo siento que la iniciativa recae en mí. Esto se traduce en encuentros donde yo tomo la delantera, mientras mi esposa parece simplemente «disfrutar» sin preocuparse por mi placer.

La falta de caricias, la ausencia de creatividad e interés de su parte han hecho que estos momentos sean cada vez más raros en nuestra relación.

A pesar de estos desafíos, estoy dispuesto a buscar soluciones y mejorar nuestra relación. Creo que el diálogo abierto y la comprensión mutua son clave para superar esta situación. Y, por supuesto, estoy abierto a recibir consejos y sugerencias de quienes han pasado por situaciones similares.»

Para que una relación se mantenga en el tiempo, es necesario trabajar en ella cada día.

Es normal que hayan épocas donde la libido baje ya sea para una u otra persona. También habrá épocas donde los dos estén más deseosos.

Sin embargo, seamos sinceros, es más común de lo que crees, que en una relación no se tenga el mismo nivel de deseo a la hora de compartir momentos íntimos enfocados en la sexualidad.

Pero lo mismo pasa en otros tipos de relaciones.

Puedes tener mucha intimidad con una persona, mucha confianza y cosas en común, pero no todos los días y a todas horas quieres estar con esa persona, por más que la quieras y por más que te guste compartir con ella ¿es o no es así?

En las relaciones, no se vale que uno haga más el esfuerzo o tenga más la intención de hacer algo para la relación. Esto solo debilita los pilares y con el tiempo llegan los reproches, los engaños y el distanciamiento emocional y físico.

Actividades para fortalecer la intimidad en las relaciones de pareja

Si hablamos de intimidad sexual, que es como más se entiende el término «intimidad», aunque no abarca todo lo que es, podríamos decir que para mejorar la intimidad en una relación de pareja es importante crear actividades en la rutina compartida que les permita disfrutar de más momentos de conexión.

Para ello podemos cambiar o crear nuevos hábitos en la relación.

Y ojo, no quiere decir que esto lo tengas que hacer todos los días, para que así haya más intimidad. Puede ser algo que incorpores de vez en cuando, pero sí es importante crear esos espacios y hablarlo con tu pareja antes:

• Cambiar el lugar donde normalmente tienen encuentro íntimos. Si es siempre en el cuarto, un día ir a un motel, o si no pueden, buscar otro lugar diferente de la casa, como por ejemplo la ducha.
• Utilizar juguetes eróticos. Los juguetes para adultos vienen muy bien para darle variedad a la intimidad sexual de una pareja. Objetos como dildos, succionadores, vibradores, aceites, disfraces y otros enfocados al disfrute de la pareja.
• Realizar actividades relajantes juntos como por ejemplo, ir a caminar, pasar unas horas en una piscina o en un sauna (si les gusta este tipo de actividades). Incluso puedes pensar en compartir un masaje en pareja que son súper divertidos y relajantes. Y ojo, dependiendo de dónde lo hagas puede ser una experiencia genial para ambos.
• Enviarse mensajes subidos de tono con insinuaciones sexuales, relatando, por ejemplo, cosas que les gustaría hacerse o experimentar juntos. Esto es una buena previa antes de un encuentro.
• Leer juntos relatos eróticos o ver películas triple X que les pueda gustar a ambos. No todo el mundo le gusta leer o ver películas de este tipo, pero de vez en cuando puede ser una actividad interesante para disfrutar en pareja.

Y sí, es verdad que la rutina lleva a la monotonía, pero no nos asustemos, eso no tiene que acabar la relación como le pasó a Shakira.

¿La rutina acaba las relaciones?

Soy del pensar que la monotonía no daña o acaba una relación. Las relaciones se acaban por desidia, por falta de interés, por falta de buena comunicación, de deseo, de confianza, de entrega o porque sencillamente dejas de amar a la persona… Pero la monotonía es solo una excusa para dejar que las cosas simplemente se acaben, sin hacer nada para evitarlo.

Realmente creo en el poder de la rutina. De hacer cosas todos los días que nos llenen de energía.

¿Por qué tenemos miedo de que esto llegue y acaba con nuestra relación? ¿Acaso cuando estamos en una relación no buscamos estabilidad?

La estabilidad se consigue una vez se logra tener una rutina.

Vamos a entender esto un poco mejor.

Cuando empezamos una relación, ¿Acaso no te metes en la rutina de alguien para ir creando esa familiaridad y esa conexión que te permita estar en la vida de esa persona?

Por ejemplo, tú tienes tu vida echa y te levantas, trabajas, ves a tu familia, amigos, haces algo de ocio y luego descansas, para volver a empezar al día siguiente con lo mismo.

Quizás estudies también o practiques algún deporte o juego, esto meterías en lo que sería un día normal para ti.

Si conoces a alguien que te interesa, debes sacar tiempo de tu rutina (de lo que haces cada día) para incluirla en tu vida. Si de verdad te gusta y te importa.

Si esa persona pasa a tener una relación contigo. La incluyes en tu día a día. Quizás al principio no la veas o hables con ella todos los días, pero con el tiempo así será. Y esa persona pasa a ser parte de tu rutina de vida.

¿Eso es algo malo? Claro que no. Es el orden natural de las cosas. Si algo te interesa, lo incluyes en tu vida ¿no es así?

¿Entonces por qué una vez estamos viviendo juntos, nos da miedo que la rutina dañe la relación?

¿Por qué la va a dañar si por el contrario es la que hace que nos dediquemos tiempo de verdad?

Si tu no metes a tu pareja en tu rutina, mejor no tengas una pareja, porque entonces ¿cuándo vas a pasar tiempo con ella?

¿Si me entiendes?

A veces escuchamos en sesiones o reuniones que alguien se queja porque su pareja no tiene tiempo para ella. Aquí pueden pasar dos cosas

1) que esta persona está demasiado ocupada y en su rutina no puede sacar tiempo para dedicarle

2) que la persona necesita mucho más tiempo del que la pareja puede darle en este momento y por eso siente que no le dedican tiempo.

Y eso, es algo que uno debe hablar en sus relaciones.

Yo tengo claro una cosa. La rutina, bien manejada puede darnos la oportunidad de vivir relaciones maravillosas. Pero hoy en día, al igual que la intimidad, no sabemos gestionarla y por eso nos cuesta tanto mantener una relación.

En nuestro taller de Intimidad trabajamos este tema, te invito a que lo adquieras dando clic aquí. Seguro te dará muchas ideas para vivir tu sexualidad de otra manera.

Ahora cuéntame: ¿Cuál es tu experiencia con el tema de la intimidad? Me gustaría leerte en los comentario.