Sentir Placer
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¿Cuando fue la última vez que sentiste placer de verdad?

¿Qué es realmente el placer? ¿Será acaso ese placer intenso que sacude el catre? ¿Esa cosa que deja el cuerpo temblando durante días? ¿O quizás es aquello que gritamos en momentos de éxtasis?

El asunto es ¿Todo el mundo vive el sexo de esa manera? ¿Quién no quiere esa sensación de éxtasis todos los días?

Y ahora bien ¿Por qué no podemos tenerlo siempre?

¿Qué ocurre para que el placer no llegue siempre que tenemos intimidad con nosotros y con otras personas? ¿Acaso no se darme placer, o quizás no se disfrutar con mi pareja? ¿Qué está pasando realmente?

¿Por qué tenemos problemas a la hora de sentir placer?

Hay muchos factores que influyen a la hora de sentir o no sentir placer.

Por ejemplo, si estás soltera, puede ser que la pereza, el desconocimiento, la culpa, la vergüenza, el sentimiento de que estás haciendo algo malo y que te pueden pillar, te impida sentir ese placer intenso.

Sin embargo, si estás en una relación, el placer se puede ver afectado por el tiempo que se lleva en la relación, la costumbre, la falta de confianza, la vergüenza de confesar que te gustan cosas que quizás no son lo «normal», entre muchas otras situaciones que se viven cuando se comparte intimidad con otra persona cada día.

Lo importante aquí es conocerte lo suficiente como para saber exactamente qué te gusta, qué necesitas y cuáles son tus límites a la hora de buscar y sentir placer.

Una de las situaciones que más afectan nuestro placer son las creencias y tabúes que tenemos. Y la idea de que el placer es algo que me da el otro y no algo que puedo buscar yo en mi misma y compartir, si quiero, con otras personas.

Cómo eliminar los Tabúes que nos están impidiendo sentir placer

Para poder saber cuáles son esas ideas que nos están afectando a la hora de sentir placer, es importante hacer una pequeña autoevaluación.

Esta autoevaluación nos brindará herramientas para tener un poco más claro cómo manejamos el placer en este momento de nuestras vidas y seguro nos podrá dar ideas para manejarlo de otra manera, de ser necesario.

Yo propongo preguntas sencillas. Lo importante es que respondas de manera honesta y clara todas cuanto puedas:

  • ¿Cómo me siento cuando hablo de placer? 
  • ¿Qué necesito para sentir placer?
  • ¿Cómo me toco cuando quiero explorar mi cuerpo? 
  • ¿Sé darme orgasmos a mi misma?
  • ¿Utilizo juguetes para sentir placer?
  • ¿Sé buscar el placer sin necesidad de tocar mis genitales?

Recordemos que el placer es algo que todas las personas lo pueden conseguir, si bajamos las expectativas, si aprendemos a conocer nuestro cuerpo y quizás si aprendemos a jugar con nosotros mismos y por qué no, darle algo de variedad a nuestros encuentros, ya sea pasando por una tienda de juguetes sexuales o buscando algo de inspiración para explorar en pareja o sola.

¿Qué juguetes nos pueden ayudar a sentir placer?

Los juguetes son un simple complemento que puede ayudarnos a sentir más placer.

Ellos vienen bien para conocer nuestro cuerpo e incluso el límite al que podemos llegar al momento de sentir placer.

Por ejemplo están los juguetes que nos permiten explorar zonas como el Punto G de la mujer o el Punto P del hombre. Juguetes sexuales, como los vibradores, succionadores, que bien manejados nos ayudan a explorar los diferentes orgasmos que podemos sentir como el trigasmo.

El asunto con el placer está en que hay muchas maneras de descubrirlo e incluso de sentirlo, así como lo leemos en los libros o lo vemos en las pelis.

¿Se puede sentir solo con un juguete?

Pienso que es una mezcla de muchas más cosas y los juguetes pueden venir bien. Sin embargo, siempre es recomendable aprender a explorar y conocer nuestro cuerpo para así disfrutarlo al máximo.

Recuerda que tengo un reto de 21 días de Autoplacer donde podrás explorar poco a poco el placer de conocer tu cuerpo, cambiar creencias, eliminar tabúes y sentir el placer que te mereces.

Dicho todo esto, para sentir placer de verdad, debemos dejar de buscarlo fuera, de esperar que sea otro el que nos lo de.

Es el momento de empezar a explorarnos, conocer nuestro cuerpo, nuestros límites y sobre todo, permitirnos y soltarnos para sentir el placer que deseamos.

El placer no es algo efímero que está en un lugar secreto al que no se tiene acceso. Por el contrario, el placer está al alcance de la mano, lo que pasa es que muchas veces nos cuesta alcanzarlo por temas que tenemos en la cabeza, más que por un tema físico.

Así que analiza cómo está tu placer, no tengas miedo de hacer preguntas y de buscar formas de sentir que te lleven a explorar mucho más tus sensaciones. La verdad es que te mereces todo el placer del mundo.

Cuéntame ¿Cuál es tu relación con el placer?

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