Pagar por sexo
|

¿Pagarías por compañía?

¿Pagarías por compañía ya sea para tener sexo o simplemente para no sentirte tan sola?

Esa es una pregunta que hice en mi Comunidad el pasado 28 de junio de 2023, por medio de un juego llamado «nunca, nunca».

La imagen con el enunciado concreto te lo presento a continuación:

Este pequeño juego generó mucho debate en todas las redes sociales, porque hay posturas bastante variadas. Algunas de ellas muy radicales con respecto a pagar por compañía y otras un poco más flexibles al respecto.

Sin embargo, la gran pregunta que me dejó este debate es ¿Hay una postura buena y otra mala?

Pagar por sexo: el gran dilema

Pagar por sexo está enlazado, inevitablemente, al tema de la prostitución.

Y la prostitución tiene un tinte muy negativo en el pensamiento popular, ya que de ella se deriva la violencia física y psicológica, el maltrato, la explotación sexual, la trata de personas y así como esos muchos otros delitos.

Por lo cual, hablar de pagar por sexo es prácticamente hablar de apoyar una industria que ha hecho mucho daño no solo a mujeres, sino también a niños, familias e incluso algunos hombres.

Sin embargo, no podemos negarlo, el sexo es un negocio lucrativo, porque ofrece una satisfacción necesaria para muchas personas que requieren los servicios sexuales de profesionales, pero también se gana mucho dinero con lugares de alquiler para reunirse, juguetes y muchos otros complementos que vienen asociados al tema.

Y no debemos olvidar que algunas personas pagan por sexo porque no tienen otra opción, e incluso lo ven mucho más fácil que tener una relación con alguien. Esto ocurre con personas con discapacidad o con problemas a la hora de relacionarse con otros.

Así mismo muchas personas que ejercen esta profesión lo hacen porque las han obligado en algún momento y sienten o piensan que no les queda de otra.

Aunque también hay un grupo que lo hace de manera libre y responsable. Ya que no han sido víctimas de violaciones, maltratos, explotación y otras bajezas. Esa minoría lo ha elegido desde la responsabilidad personal y una preferencia de profesión, tan respetable como cualquier otra.

Entonces ¿Cuándo es bueno y cuándo es malo?

Para responder esta pregunta yo te invitaría a que hagas una reflexión consciente del tema y definas, primero que todo cuáles son tus creencias respecto a este tema. Cuáles son tus sentimientos, tus valores o experiencias, que te han llevado a pensar o creer que este tema es de una o de otra manera.

Una de las personas que respondió a la pregunta del juego, dijo de manera tajante y radical que no estaría con un hombre que hubiese pagado por sexo, que para ella era un asunto de derechos humanos y que aunque hay una minoría que «quieren estar allí» o «no tiene de otra» que pagar por sexo, no se compara con la mayoría que son obligadas a ello.

Así que según sus valores y creencias, no es posible, ni pensar, ni mucho menos aceptar que una persona pague a alguien algo que para ella es explotación, violación de derechos e irresponsabilidad.

Sin embargo, me pregunto: ¿Qué pasa entonces con aquellas personas que quieren hacer este trabajo, porque lo disfrutan y lo han elegido libremente?

Acaso, toda persona que ejerce la prostitución necesariamente ha tenido que ser víctima o tiene algo malo en su cabeza para preferir esta actividad a cualquier otra.

Y ¿Qué pasa con los que deben pagar para sentir la compañía y el pacer?

Es una minoría. Eso es verdad. Pero no por ello estas personas deben ser ignoradas, olvidadas y dejadas a un lado. Eso, lo único que genera es un pensamiento radical y peligroso, donde la mayoría predomina y la minoría se deja a un lado.

¿Te parece sano dejar a un grupo de personas, por pequeño que sea, fuera de una ecuación?

Lo más curioso de esto es que esa misma persona me habla de derechos, de la la posición abolicionista de la prostitución.

Y yo me pregunto, ¿Acaso no es gracias a las minorías que hay tantos derechos reconocidos?

Yo no sé nada de historia, pero tengo claro algo, y ya me dirás tú si estoy equivocada, pero ¿no fue gracias a las minorías que se buscó abolir con la esclavitud, que muchas mujeres buscaron el derecho al votar o incluso que hoy en día se busca cambiar la legislación para el colectivo LGTBIQ+ en muchos lugares del mundo?

A la minoría no se le debe olvidar porque algo esté mal para «muchas más» personas. Porque en toda ecuación siempre habrá alguien que lleve las de perder, pero si queremos hablar de derechos e igualdad, debemos reconocer que TODOS tenemos derecho a elegir la profesión que deseamos y que si lo necesitamos y podemos pagar por algo ¿Por qué iba a estar mal?

Lo que está mal, al menos para mí, es obligar a las personas a ejercer algo que no quieren hacer, robándolas de su hogar o chantajeándolas. Lo que está mal es pagar por sexo sabiendo que la persona que te da el servicio es menor de edad o está siendo obligada. Está mal apoyar esta industria porque te gusta tratar mal a las personas menos favorecidas.

Pero, si eres de buscar lugares seguros para disfrutar de tus placeres, si eres una de esas personas que no tienen otra forma de disfrutar y tener intimidad con alguien. Yo digo, ¡Adelante! Porque estás en tu derecho libre de hacer lo que quieras con tu dinero y tu cuerpo. Desde pagar por ello, hasta de elegir ejercer esta profesión si es tu favorita en estos momentos.

Me gustaría saber ¿Qué opinas tú al respecto? ¡Te leo!

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.