Sexualidad Tóxica
Antes de pasar a hablar sobre la sexualidad tóxica, es importante que primero definamos qué es para nosotros, o al menos intentar describir cómo lo entendemos en este momento.
Porque quizás para ti sea una cosa, y está bien contrarrestar ese pensamiento con lo que te voy a compartir en este artículo o lo que descubrirás en el taller de Sexualidad Tóxica.
Empecemos entonces por…
¿Qué entendemos por Sexualidad Tóxica?
Entre las muchas opciones, que podrías tener presente para definir una sexualidad tóxica están las siguientes. Una relación donde:
- No puedes ser tu misma
- Hay codependencia
- Vives en la desconfianza
- Estás a cambio de… (seguridad, no estar sola, sentirse deseado….)
- Se emplea la violencia
- No hay respeto por la integridad del otro
- Sientes celos constantemente
- La base está en la porno educación
- Se tiene para solucionar problemas
- No hay consenso
- No te permiten hacer lo que te gusta
Resumiendo, la sexualidad tóxica para mí es una donde no me hago responsable y dejo que la otra persona haga conmigo lo que quiere. Creando con ello patrones dañinos para mi salud física, emocional y mental que llega a afectar mi amor propio, mi vida sexual y mis relaciones con otras personas.
¿Cómo identificar si estás viviendo una sexualidad tóxica?
Reflexionando sobre cómo te expresas
Una de las primeras cosas es observar cómo te expresas. Para ello puedes pensar en las cosas que dices sobre ti misma y cómo hablas de otras mujeres, hombres o parejas que viven otras realidades diferentes a las tuyas.
Por ejemplo:
- Eres crítica con tu cuerpo, con tus deseos, fantasías o pensamientos.
- ¿Qué opinas de las personas que tienen sexo casual o con personas de su mismo sexo sin ser gays?
- ¿Qué piensas de las personas que tienen relaciones abiertas, poliamorosas o les gusta el sexo duro?
- ¿Cómo te comportas si algo que hace tu pareja no te gusta? ¿Sacas en cara cosas del pasado? ¿Te enojas? ¿Dejas de tener sexo hasta que te de la razón? ¿Lo insultas?
Observando cómo es tu relación con otras personas
Es necesario sentarse y evaluar, de una manera honesta, cómo estás viviendo tus relaciones. Podrías revisar cosas como por ejemplo:
- La manera en la que esa persona habla contigo. Piensa ¿es siempre a los gritos? ¿es empalagoso? ¿siempre te miente? ¿no presta atención a lo que dices? ¿nunca tiene en cuenta tu opinión o preferencias?
- El cómo se expresa con respecto a la relación que tienen.
- Cómo se comporta cuando están solos. ¿Es violento, agresivo, pasivo agresivo, meloso?
- También observa cómo trata a otras personas, a sus padres, amigos, vecinos, animales, personas por debajo de su posición social.
- Cuál es su actitud a la hora de pedirte cosas. ¿Tiende a exigir, mandar u ordenar, o por el contrario pide lo justo? Es atento y no es dependiente y chantagista a la hora de pedir algo.
- En el sexo es cariñoso, escucha, pregunta, es atento, o hace todo a su manera, te fuerza y no está pendiente de ti, ni te escucha cuando dices no o que quieres otra cosa.
- Cuando estás con esa persona te sientes mejor, feliz a gusto o por el contrario terminas agotada, triste y sintiéndote mal contigo misma y con la vida.
Cómo empieza el cambio
El cambio empieza fortaleciendo nuestro amor propio y si quieres saber más puedes adquirir el taller Sexualidad Tóxica.