Beso
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El beso

El beso es un elemento artístico y vital del erotismo, pero mucho no somos conscientes de la interesante variedad de placeres que puede proporcionar.

Si una pareja aprende las técnicas eróticas del beso conseguirá mejorar considerablemente su vida sexual.

Nadie sabe cómo empezó el beso, pero probablemente constituyo una de las primeras formas de contacto humano.

Este anhelo de probar otras personas como medio de conocerlas, contribuyo a nuestra comunicación en la época en que todavía no habíamos desarrollado el lenguaje.

Otros señalan que el beso responde a nuestra necesidad de tocar, de que tengamos la experiencia de sentir a una persona al objeto de identificarla.

La boca responde intensamente a unos estímulos, en la escala de la sensibilidad ocupa el segundo lugar tras los órganos genitales y, con mayor movilidad que el pene o la vagina, ofrece una más amplia variedad de placeres sensuales.

El beso no debería limitarse al contacto boca a boca, la boca se halla perfectamente equipada para sentir u probar cada sinuosidad y cada hoyo del cuerpo. La parte mas intima y estimulante del escarceo previo consiste en besar las zonas erógenas de su pareja.

Comience por los pies, besándolos ambos, de besos sensuales y suaves al sensible arco del empeine y besitos con la boca cerrada en los dedos. Extienda las palmas de las manos de su amante, y lámalas y béselas en toda su superficie.

Conságrese a la zona sensible situada detrás de la rodilla con besos firmes, haciendo fuerza de manera que se advierta los dientes tras los labios. Continué piernas arriba hasta la zona interior de los muslos; con besos rápidos y continuados en esa superficie se excitaran tanto la persona que los recibe como la que los da.

Al tiempo de besar los muslos, presione toda su cara contra estos, hunda su boca en las nalgas con besos fuertes y secos.

Recorra la espina dorsal con su lengua y distribuya besos ligeros a uno y a otro lado, cubra los hombros de besos y excite a la persona a la que ama alternando los besos suaves con los fuertes en la garganta y frotándose contra los lóbulos de las orejas.

Los senos femeninos responden mucho mejor que cualquier otra zona a las caricias orales. Un hombre tratara de chupar sensualmente la punta de los pezones de su amante y, después abarcar con su boca tanto volumen del seno como le sea posible, sujetando suavemente el pezón entre los dientes y pasando su lengua arriba y abajo por su endurecida punta.

Tras una larga exploración en ambos cuerpos es posible pasar a zonas donde la respuesta es más enérgica: besos en el pene y en la vagina, separadamente o al mismo tiempo, yaciendo en posición invertida y concentrándose cada persona en los genitales de la otra.

El beso en los genitales es estimulante tanto para hombre como para mujeres y por las mismas razones.

Como la lengua y los labios son móviles y versátiles pueden estimular el clítoris mucho más intensamente que un pene y la boca de una mujer es capaz de proporcionar caricias muy diferentes y variadas a los órganos sexuales de su amante.

Por lo general, el beso apasionado boca a boca es empleado para la estimulación de los dos miembros de una pareja antes y durante el coito.

La excitación varia de una persona a otra y el ritmo al que usted despierta su sexualidad puede no ser el mismo que el de su pareja, pero los besos son susceptibles de prolongar la excitación hasta que esta sea compartida.

El despertar con un beso cariñoso de su pareja la mañana siguiente a una noche de pasión, resulta maravillosamente tranquilizador.

Por desgracia los dos miembros de una pareja, en especial se llevan unidos mucho tiempo prescinden a menudo de los besos de afecto.

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